Madrid. DPA
La polémica del doble difusor, la amenaza de escisión, el accidente de Felipe Massa, el regreso frustrado de Michael Schumacher, la suspensión a Renault por la manipulación de Singapur 2008, la huida de más fabricantes, el fichaje de Fernando Alonso por Ferrari… El año 2009 en la Fórmula 1 difícilmente será recordado como el de la coronación del británico Jenson Button.
La atención en el ‘gran circo’ estuvo más centrada en los despachos que en lo que pasaba en el asfalto, donde los nuevos Brawn dominaron de tal manera la primera parte de la temporada que anestesiaron toda emoción.
“Es más que un alivio. Me he merecido ser campeón, he sido el mejor en los 16 Grandes Premios”, dijo Button, de 29 años, tras coronarse en Brasil, en la penúltima carrera.
Nada hacía pensar en un desenlace tan tardío, tras ganar seis de las siete primeras pruebas. En ese primer período del año, Brawn GP cimentó su título de pilotos y constructores. “Lo que hemos logrado tras este invierno es extraordinario”, afirmó Button al recordar las dificultades del equipo para encontrar un comprador tras la marcha de Honda de la Fórmula 1 a final de 2008.
El nuevo equipo continuación de Honda fue asumido por el gurú Ross Brawn, que le dio nombre. Pero no solo eso. A diferencia de Ferrari y McLaren, que reaccionaron tarde, Brawn contó con la ventaja del factor tiempo. Trabajó todo 2008 para el coche de 2009, ideó el doble difusor que generó la primera polémica del año y convirtió a Button, la eterna promesa, en campeón.
Ross Brawn, el hacedor de campeones, sumó su octavo título tras los siete ganados con Schumacher. Una vez aceptados los difusores, ya hubo pocos peros a los triunfos de Button, solo perseguido por su compañero, el renacido Rubens Barrichello, y por el alemán Sebastian Vettel, a la postre subcampeón de la temporada y que convenció a todos de que será el futuro campeón.
Fernando Alonso también dio de qué hablar. Tras un año gris en Renault, en octubre hizo oficial un secreto a voces: su fichaje por Ferrari. El español compartirá equipo con Felipe Massa, que mantuvo el corazón en un puño a toda la Fórmula 1 tras su accidente a finales de julio, en Hungría.
El próximo año entrarán cuatro equipos nuevos sin demasiados atractivos, en la que se espera que brillen Alonso, los McLaren de Lewis Hamilton y de Button, su nuevo compañero, y quizás el múltiple campeón Schumacher.