Redacción Negocios
Siete representantes de gremios comerciales colombianos llegaron ayer en una visita relámpago para analizar el conflicto comercial entre Ecuador y su país, por la imposición de una salvaguardia cambiaria desde inicios de mes.
Más sobre el problema
La devaluación del peso colombiano, según las autoridades ecuatorianas, asciende a alrededor del 30%. Eso provocó que se aplique la medida arancelaria, para proteger la balanza.
Las cifras que manejan las autoridades estadísticas oficiales de Bogotá señalan que en 2008 el peso colombiano se apreció 10,36% en el mercado interbancario, y en lo corrido de este año se ha valorizado 10,13%. Un total de 1 346 productos colombianos debe pagar un recargo arancelario que va entre el 5% y el 86%. Sin embargo, según técnicos del Comexi, la mayoría de productos está gravada entre el 20% y el 30%.
La CAN ha tenido 30 días para dirimir el conflicto comercial entre Colombia y Ecuador. Hace una semana solicitó al Comexi que aclare varios puntos técnicos de su pedido de aplicación de la salvaguardia. En caso de que el fallo de la CAN sea negativo para Ecuador, las autoridades acudirán al Tribunal Andino.
Durante cinco horas, los empresarios colombianos se reunieron con sus pares ecuatorianos -con Blasco Peñaherrera, presidente de la Cámara de Comercio de Quito como anfitrión- para firmar un acuerdo que se bautizó como Declaración de Quito.
Como si de una cumbre presidencial se tratara, el sector privado de ambos países trabajó en un documento que, dijeron, se enviará a los presidentes Rafael Correa y Álvaro Uribe, así como también al secretario general de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), Freddy Ehlers.
En esta Declaración de siete puntos se hace un llamado a “defender la vocación integracionista” y se da un total respaldo a la función de “foro natural” de la CAN. “El ‘impasse’ comercial tiene que resolverse dentro de la normativa andina. Que la decisión sea tomada desde la legalidad”, aseguró Peñaherrera.
Mientras que el presidente de la Confederación de Cámaras de Colombia (Confecámaras), Eugenio Marulanda, aseguró que se esperará el fallo de la Secretaría General y que “sería un golpe muy grande que Ecuador abandonara la CAN”. Esto en torno a la reiterativa amenaza del Mandatario ecuatoriano de dejar el bloque si el fallo no es favorable.
“ Si es que no nos dan la razón en esto, ya tendremos que tomar otras medidas, porque significaría que la CAN está tremendamente sesgada en función de ciertos países ” , declaró Correa en su cadena del pasado sábado.
Pero la situación no es tan sencilla, según Peñaherrera. “No hay que olvidar que no es cuestión de salirse nomás de la CAN. Tenemos que cumplir con los acuerdos durante cinco años después de abandonar el grupo”.
De cualquier manera, la Secretaría General de la CAN ha expresado que el 6 de agosto dará a conocer su dictamen y, por ende, los grupos empresariales también han plegado a esa espera.
De hecho, el resto de puntos de la Declaración de Quito solo transmite una posición de afirmar las relaciones comerciales y de trabajar en ese sentido. Por eso, según María Fernanda Campo, presidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá, “será necesario buscar una manera para que los exportadores ecuatorianos coloquen más productos en nuestro país. De ahí que tenemos pensado realizar foros, misiones comerciales y otros acercamientos”.
Aunque la situación es mucho más complicada en el comercio fronterizo, para Silvia Meneses, presidenta de la Cámara de Comercio de Pasto, el impacto no solo es comercial sino que involucra un drama humano y social.
“Son familias amigas que viven del negocio. Antes de la salvaguardia se enviaban unos 60 camiones mensuales de bienes hacia Ecuador. Ahora se van muy pocos. Casi no hay productos ecuatorianos allá y el paso para ambos lados es muy difícil”.
Tras la reunión, los empresarios colombianos viajaron inmediatamente a su país, anunciando que en las próximas semanas se realizará una visita de inversionistas colombianos a Ecuador. Mientras tanto, según la presidenta de la Cámara de Comercio de Guayaquil, María Gloria Alarcón, es necesario evitar las restricciones al comercio y cuidar las relaciones con nuestros socios históricos.