Aeropuerto Internacional de Cotopaxi, ubicado en Latacunga. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO
Desde el jueves (9 de noviembre) entró en vigencia la ampliación de un incentivo que busca reactivar tres terminales aéreas del país.
Se trata de la inclusión de tres aeropuertos, de Cuenca, Manta y Latacunga, a una medida establecida en un decreto firmado en el 2015. Allí se fijó un subsidio del 40% en el precio de venta de combustible para aeronaves que utilicen los aeropuertos administrados por la Dirección General de Aviación Civil (DGAC).
Esta nueva medida es parte de una política de incentivos del Régimen, y no incluye a las terminales aéreas de Quito, Guayaquil y Galápagos porque sus niveles de operaciones son elevados, explicó el ministro de Transporte y Obras Públicas, Paúl Granda.
“Además, son administrados por corporaciones privadas y no requieren estos incentivos. Este beneficio es para aeropuertos pequeños, que requieren mejorar su capacidad de operación e incrementar su número de pasajeros”.
Granda aseguró que este incentivo rige para las aerolíneas privadas y públicas, y representará un egreso para el Estado, que oscilará entre USD 2,5 millones y 2,8 millones al año.
La idea, añadió, es aumentar las operaciones y, por ende, la oferta de asientos, lo que al final redundará en una reducción de las tarifas aéreas.
La intención es que las actuales aerolíneas y las nuevas que lleguen al país puedan operar en nuevos destinos domésticos, para beneficiar a los sectores turístico y productivo.
Sobre la reducción del costo del pasaje aéreo nacional con la aplicación de esta medida, Granda contó que la perspectiva más pesimista es que la reducción llegue al 20% y la más optimista que sea hasta el 40%.
Para el director de la Corporación Aeroportuaria de Cuenca, Carlos Jácome, es un beneficio directo para las aerolíneas y se entiende que el costo de pasajes bajará. Pero añade que la reducción también dependerá, en parte, de que exista un aumento en la oferta.
Por el aeropuerto Mariscal La Mar de Cuenca se movilizan 20 000 pasajeros al mes, de los cuales el 90% viaja entre Cuenca y Quito.
Antes de que se firme el decreto, el Gerente comercial de Latam Ecuador, Édgar Andrade, señaló que este incentivo es un aliciente muy importante que abre la posibilidad de explorar nuevas rutas. “Estamos en un constante análisis de las rutas que se puede servir”.
Según el director de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas en el Ecuador, Marco Subía, los incentivos permiten el desarrollo de la aviación en el país con nuevas rutas y que mejoren las tarifas, pero es algo que debe desarrollarse para reactivar la actividad de los aeropuertos.
Para él, este subsidio debe mantenerse en el tiempo para que las aerolíneas tengan seguridad jurídica para planificar sus actividades. Agregó que el precio del combustible representa entre el 30% y 40% del costo operativo de una aerolínea, por lo que la medida brinda un descuento importante.
Una aspiración, dijo, es que este incentivo atraiga a nuevas aerolíneas internacionales para que operen en Latacunga y Manta, que tienen la capacidad para este tipo de vuelos.
En Cotopaxi, las autoridades locales y los empresarios coinciden en que el subsidio ayudará a que se reactiven los vuelos. Pero creen que hace falta definir un mecanismo que haga posible esa intención.
Según el prefecto de Cotopaxi, Jorge Guamán, para eso debe establecerse un modelo de administración de la terminal, que defina aspectos como la seguridad de las aeronaves o la promoción de la infraestructura a los empresarios y turistas. “Hemos presentado propuestas para competir con nuestros vecinos del aeropuerto de Quito”.
Efraín Ulloa, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Latacunga, dijo que para que el aeropuerto sea sustentable se necesita una administración privada y aerolíneas que cumplan sus operaciones.
Granda señaló que también hay interesados para operar los aeropuertos nacionales. Contó que recibieron la visita de una empresa pública coreana, que le gustaría administrar tres terminales aéreas ecuatorianas.
Mientras que el sector comercial y turístico de Manta está a la espera de que se construya un nuevo aeropuerto, que ayude a reactivar la economía de esos sectores.
Lucía Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Manta, señaló que el subsidio del 40% beneficiará a Manta si se abren más vuelos comerciales nacionales e internacionales. Eso, debido a que el aeropuerto Eloy Alfaro solo cuenta con dos vuelos nacionales en la mañana y en la noche, de Tame y Avianca.
Esas aerolíneas se abastecen en la ciudad portuaria. “Es limitante para los comerciantes y para que se vendan nuevos paquetes turísticos a Manabí”.
Según el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, solo Avianca y Tame tienen a cargo esos vuelos, pero se gestiona para que nuevas aerolíneas se interesen en esta terminal aérea. Eso responde a que a inicios de octubre se inauguró un hangar provisional, que prestará servicios hasta el 2019; la terminal antigua resultó afectada con el terremoto y debió ser demolida.
En contexto
La inclusión de nuevas terminales para la exoneración del 40% al combustible busca reactivar la actividad aérea y la reducción en los costos de los pasajes. Con este mismo objetivo, la semana pasada se aumentaron frecuencias entre Quito y Cuenca.