En el sitio donde se construye el puente sobre el río San Pedro, los trabajadores están nivelando la calzada. Foto: Paúl Rivas / El Comercio
El tiempo de espera para contar con más rutas de acceso al aeropuerto Mariscal Sucre se acorta. A fines de julio se prevé que se termine la construcción de la Collas-Tababela, en el norte. En cambio, el plazo para contar con toda la Ruta Viva vencerá en seis meses.
En la Ruta Viva, la primera fase ya se encuentra habilitada, desde diciembre del 2013. Entre el intercambiador Auquitas-La Primavera y el escalón de Lumbisí se cuenta con seis carriles, tres en cada sentido. Tiene iluminación y señalización. Son 5,5 kilómetros.
Los conductores que circulan por esta vía con destino a Tumbaco han reducido sus tiempos de desplazamiento. Desde la avenida Simón Bolívar hasta Lumbisí se demoran alrededor de seis minutos.
César Pilatasig, usuario de la vía, comentó que desde que se habilitó este tramo de la Ruta Viva su viaje desde Carapungo hasta Cumbayá le toma apenas 20 minutos. Esto es menos de la mitad del tiempo. Antes se demoraba 45 minutos.
Sin embargo, la circulación vehicular por la Ruta Viva tiene un límite.
A la altura del escalón de Lumbisí hay unas estructuras que impiden el paso. En este punto, los conductores toman un desvío para ingresar a la av. Interoceánica.
A pesar de que una parte de este tramo fue delimitada, señalizada y tiene luminarias la circulación no está permitida. Esto corresponde a la segunda fase (Lumbisí-Puembo).
En esta zona los trabajos continúan, a la altura del puente sobre el río San Pedro.
La infraestructura está armada. Tiene seis carriles, tres en cada sentido, pero falta nivelar la calzada, el asfaltado y el alumbrado.
Según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) el tramo vial de la fase dos registra un avance del 22,90%. La construcción de la infraestructura del puente sobre el río San Pedro está lista, mientras que el puente sobre el río Chiche tiene un avance de 74,59%. Los trabajos concluirán en diciembre.
Una vez que esta vía esté totalmente habilitada se mejorará la movilidad entre la zona urbana de Quito y los valles de Tumbaco y Cumbayá.
La proyección es que la mitad de la carga vehicular que soporta la vía Interoceánica se traslade a esta nueva arteria vial. Es decir 22 300 vehículos. Actualmente, por la Interoceánica circulan alrededor de 45 892 automotores diariamente.