Shyrley Pastrano, profesora de Jóvenes Ingenieros, en la filmación de un video para un taller vacacional. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
En estos días, los padres de familia quieren saber: ¿qué pueden hacer sus hijos de 11 a 19 años en casa, durante estos dos meses de vacaciones? En todas las temporadas de descanso estudiantiles, buscan alternativas, pero el covid-19 les obliga a ser creativos y a pedir una guía a los especialistas.
Este martes 7 de julio del 2020, EL COMERCIO habló con Lucía Padula, quien es psicopedagoga, con maestría en intervención de trastornos del aprendizaje. Y es la coordinadora del Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) del Liceo Campoverde en Quito. Así que tiene experiencia y contacto con adolescentes. Los chicos van por su primera semana libre, luego de 10 meses de clases, en Sierra y Amazonía.
Cursos vacacionales virtuales
En estos días se ofrecen algunos cursos virtuales que en realidad no son mala idea para que los adolescentes pasen su tiempo libre. Hay varios, por ejemplo de arte, de robótica e incluso de fútbol. Pero lo importante será que los padres pongan límites al tiempo en pantallas.
Opciones más allá de la tecnología
Sí, en este verano se puede aprovechar el tiempo para trabajar en el plano emocional; el mindfulness es muy positivo para los chicos, también el yoga. En estos días todos estamos aprendiendo resiliencia, esa capacidad para ajustarnos a los cambios y recuperarnos. Seguramente las familias no van a poder salir de la ciudad ni del país, si tenían un viaje previsto no se hará por la emergencia sanitaria. Así que alguna actividad que les ayude a fortalecerse, a reconocer emociones, será de apoyo. A algunos les gusta pintar mandalas.
Cambios de carácter por el encierro
Los padres deben estar muy pendientes de las emociones de sus hijos; reconocer la ira o tristeza; primero hay que ayudarles a identificarlas, ponerle nombre a la emoción y luego pensar en qué me puede ayudar a aliviar lo que siento.
Fortaleza interior
Pensar en proyectos que se puedan hacer de forma individual pero también familiar. Por ejemplo: armar un rompecabezas grande, de muchas piezas. También podrían trabajar en un tema de carpintería, reparar o construir un mueble, pintar algo de la casa. Lo mejor es que se les incentive a involucrarse en un proyecto grande, que les tome muchos días. Algunos, en un espacio mínimo, un balcón o en cierto lugar de la cocina o la lavandería construyen un mini invernadero. Ellos se emocionan por sembrar, seguir cuidando esta planta hasta que sea posible cosechar. Otros se ponen la meta de leer más, de ver películas, pero siempre será mejor si se hace en familia.
¿No pueden estar desconectados de Internet?
Hay que aprovechar el lado positivo de la tecnología para que sigan teniendo interacciones con amigos y compañeros a través de plataformas digitales. En la adolescencia socializar es importante.
¿Cuáles son los riesgos de la red?
No se debe permitir que pasen muchas horas en dispositivos, en redes sociales o en videojuegos. Recordemos que estudios científicos de Canadá, Chile y Estados Unidos dicen que hay que limitar el tiempo en pantallas porque trae repercusiones a nivel cerebral. También los padres debe estar alertas porque hay adultos que se hacen pasar por adolescentes en redes sociales y es un peligro exponerse al grooming. Los adultos piden fotografías, incluso direcciones de los domicilios, etc. Así que hay que estar pendientes de quiénes son sus amigos en redes sociales.
¿Reuniones con amigos en semáforo amarillo?
Siempre escuchar a las autoridades, si advierten que lo mejor es no salir, no salgamos. Si quieren tomar un helado fuera, por qué no darle un giro a ese deseo y adquirir los ingredientes, buscar la receta y prepararlos en casa junto a ellos. Esto es duro, los adultos sufrimos el impacto del encierro, mucho más los adolescentes, por eso hay que hacer que sientan que nos ponemos en sus zapatos, decirles que a nosotros también nos gustaría poder salir con amigos.
Signos de alerta para padres
Hay indicadores emocionales que muestran que algo le pasa al adolescente, por ejemplo si su sueño está alterado, si come mucho o no come nada, si se muestra constantemente irritable o se muerde las uñas. Eso nos debe llamar la atención. Debemos preguntarnos e indagar qué pasa con su parte emocional, qué no está procesando adecuadamente y entonces hay que intervenir, buscar estrategias para que vaya sanando. Ayudémosles de algún modo a cargar esa piedra tan grande que pueden estar sintiendo haciéndoles ver que estamos con ellos.