Redacción Ibarra
Patricia Morales tiene una duda que aún no puede despejar. Ella vive en el barrio El Carmen (Ibarra), en las calles Colón y Maldonado.
Su casa está ubicada en una de las cuadras en donde el Municipio cambia el diseño de las veredas. “No nos informaron cuánto costará la obra ni cuánto de ese monto tendremos que pagar los frentistas. Tampoco sabemos el tiempo que durarán los trabajos”.
Según el alcalde, Pablo Jurado, la obra involucra a 42 cuadras de la zona central de la ciudad. La rehabilitación se realiza desde la calles Grijalva hasta la Obispo Mosquera y desde la Chica Narváez hasta la Maldonado.
La remodelación empezó el pasado 20 de abril y está previsto que concluya en noviembre de este año. Los trabajos se financian con un préstamo del Banco del Estado, por USD 872 000.
Las aceras serán recubiertas con adoquín de piedra gris de 30 por 30 cm y dispondrán de plataformas para personas con discapacidad. Esto es parte de un proyecto de regeneración que incluyó el remozamiento de las fachadas de las iglesias, parques y otros sitios históricos.
José Benítez, director de Planificación del Municipio, explicó que el fin es posicionar a Ibarra como uno de los destinos turísticos de Imbabura.
Los propietarios de los negocios instalados en la zona afectada por los trabajos de regeneración también tienen sus reparos.
Uno de ellos es Freddy Rodríguez, dueño de una ferretería en la calle Oviedo. En su opinión, la remodelación de las aceras se debió ejecutar por tramos. “Sí, se nota una falta de planificación, porque se destruyeron las aceras de las 42 cuadras a la vez”.
Con esa opinión coincide Morales. El consuelo al que ahora aspira es que cuando esté arreglado lleguen más turistas.
Molestias en las calles
De acuerdo con las cifras que maneja la Unidad Municipal de Tránsito, por la zona céntrica de la ciudad circula cada día un promedio de 7 000 vehículos,
incluidos buses y taxis.
En el sector en donde se ejecutan los trabajos, los peatones tienen problemas para circular. Lo deben hacer por la calle. La razón es que las aceras están destruidas.
Por ahora, el centro de Ibarra está empolvado y con montículos de tierra y de piedra. A eso se suma la presencia de obreros y de maquinaria del Municipio.