Abraham Duque Rebolledo, exregistrador de la Propiedad de Esmeraldas. Foto: EL COMERCIO
Entrevista a Abraham Duque Rebolledo, exregistrador de la Propiedad de Esmeraldas.
¿Qué intervención se necesita realizar en el norte de Esmeraldas?
Es urgente levantar un catastro fronterizo. Es la única forma de conocer a los verdaderos propietarios de la tierra y saber que no está en manos de testaferros de narcotraficantes, que utilizan esas zonas para trabajar en la minería ilegal o convertir esos territorios en centros de acopio de la droga. Solo de esta manera se puede pensar en una verdadera intervención económica, social y productiva.
¿Qué entidades deben participar en la conformación del catastro rural fronterizo?
En primer lugar la Subsecretaría de Tierra, organismo adscrito al Ministerio de Agricultura. Luego deben intervenir los municipios de San Lorenzo, Eloy Alfaro y todos los gobiernos parroquiales. Recordemos que el Código de ordenamiento territorial establece como facultad de los municipios la relación y establecimiento para el control de la tierra. La participación de las juntas parroquiales es importante por ser el vínculo más cercano con el campesinado que vive en la zona de conflicto fronterizo.
¿Qué otra cosa va a permitir este catastro?
Conocer cuántas personas viven en la zona, cuántos son campesinos, cuántos son comuneros y cuántas personas están de paso por las poblaciones fronterizas. En la frontera es fundamental conocer cuántos son de Ecuador y cuántos son de otro lado de la línea de frontera y qué actividad económica realizan.
¿Cuál será el siguiente paso tras elaborar el catastro fronterizo?
El siguiente paso es empezar con una intervención integral. Una de las entidades que debe estar lista para empezar es el BanEcuador, con sus políticas de crédito y asistencia técnica al campesino.
El Gobierno ha dicho que está interviniendo en la frontera norte.
Lo que existen son las llamadas intervenciones ‘golondrinas’, que se dan por efecto de los problemas de violencia; llegan uno o dos días y luego se van. Entonces se requiere de una mayor intervención estatal con entidades como el BanEcuador, con el establecimiento de una sucursal en San Lorenzo y Eloy Alfaro, para atender a los comuneros.
¿Qué se ganaría con la intervención estatal en ambos cantones?
Que el campesino no se vea tentado por el dinero del narcotráfico. El cocalero les paga entre USD 300 y USD 400 por el trabajo y más de uno se ve tentado por la oferta. Por eso se necesita que quien produce cacao en la frontera sea bien pagado y tenga acceso a créditos sin trabas.
¿Qué tan inmersos pueden estar los campesinos en el narcotráfico?
Estoy seguro de que muchos de quienes están lo hicieron ante la falta de oportunidades laborales en la frontera y el bajo pago por las actividades agrícolas. También los bajos precios de los productos del mar para los que están dedicados a la pesca artesanal. Son las pésimas condiciones de vida las que han orillado a jóvenes y adultos a dedicarse a cultivar la coca.