Redacción Santo Domingo
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Nueve familias de Santo Domingo recibirán a la Navidad en una nueva casa. Ellas dejaron sus viejas covachas de madera con techos de plásticos y se pasaron a casas de bloque, construidas por el Patronato Municipal.
Para financiar las nueve viviendas, el Patronato organizó una teletón, el pasado 13 de diciembre. Con esa actividad logró recaudar USD 100 000, que sirvieron para financiar la construcción de las viviendas.
Una de las beneficiarias es Eriopaguita Rosado. Ella tiene 40 años y es nativa de Chone (Manabí). Trabaja con el padre León Juchnievich, en la iglesia de esa localidad. Le pagan USD 70 mensuales por sus servicios.
Con este dinero mantiene a sus dos hijos: María, de 15 años, y Vicente, de 13. Ambos son estudiantes secundarios.
Del mismo sueldo pagaba el arriendo (USD 30). “Me siento feliz de tener mi casa propia y mi terreno. Con lo que gano no tenía esperanzas de construir casa. En verdad, este es el mejor regalo de Navidad, no me lo esperaba”.
Su nueva vivienda es de bloque, de cuatro metros por siete. Tiene una sola pieza y techo metálico. El piso es de vinil. La vivienda no tiene baño, pero la idea es que los beneficiarios sigan ampliando el inmueble, en el terreno que tiene 10 m de frente por 25de fondo.
Las casas se construyeron en los terrenos de los beneficiarios. En el caso de las familias que no contaban con un lote, el Patronato lo adquirió en el mismo barrio en el cual estaban radicados.
Estrella Gil, de la cooperativa Santa Martha y Letty Solórzano, de El Cóndor, también fueron beneficiadas con ese proyecto.
Como agradecimiento, en las zonas donde se levantaron las viviendas se organizó la novena. También se entregaron caramelos y juguetes a los niños.
En cambio, el Consejo Provincial optó por la ayuda a los ancianos. La teletón que organizó esta dependencia, el 6 de diciembre, recaudó USD 70 000. Ese dinero se invertirá en una nueva residencia para 70 adultos mayores de escasos recursos económicos.
Pero mientras el centro se habilita, 50 familias pobres fueron agasajadas. Ellas fueron identificadas por el programa Rayuela Social, que lo que busca, precisamente, es erradicar la mendicidad en las calles.
Mayra Rodríguez, de 18 años, recibió la ayuda. Ella pide caridad en los exteriores de la terminal terrestre, para mantener a su hijo de un año. “Estoy muy contenta por recibir ropa y víveres. Mi vida es muy difícil, no tengo esposo y debo mantener a mi hijo”, señaló.
Esta mujer recibió un bolso con ropa, juguetes, víveres y fundas de caramelos. La ayuda fue recolectada a través de la línea 1 800 200 123 y en cinco puestos ubicados en diferentes sitios de la urbe.
Betty Figueroa, de 38 años, otra de las beneficiadas, tiene 10 hijos y un esposo que no puede caminar. Para mantener a su familia lava ropa ajena. “Desde que mi esposo se quedó postrado hemos tenido muchos problemas económico. Por suerte, se acordaron de nosotros y hoy tenemos un pan para compartir”.
La entrega también estuvo marcada con fiesta. Hubo la presentación de títeres, juegos, entre otras actividades. En total, 1 500 niños recibieron fundas de caramelos.
Teresa Morales, de 75 años, contó su historia. “Hemos dejado el reciclaje para asistir a este agasajo, qué bueno que esta vez se acordaron de nosotros”.