Redacción Guayaquil
Una baranda de plástico le servía para recostarse. Mientras su madre intentaba conversar con un funcionario, Adrián Macías revisaba el moretón en su brazo, por causa de los empujones.
El joven, de 20 años, pasó toda la semana en los exteriores de la Escuela de Formación de la Policía, en Guayaquil, con la idea de obtener un prospecto que le permita ingresar a esa institución.
Macías llegó desde Quevedo para presentarse a la convocatoria. Hace dos semanas trabajaba en una bananera, pero era un empleo ocasional. “Quiero ayudar a mi madre y esta es una forma de garantizar un ingreso seguro”.
En la misma fila estaba Jairo Arias, de 18 años. Cursa el primer año de Ingeniería Civil, en Machala (El Oro). El deseo de servir desde la Policía y por mejorar las condiciones económicas de su familia lo motivó a intentar entrar a la Policía. “En la zona no hay trabajo fijo, uno a veces trabaja en una oficina o en centros comerciales, pero de forma temporal”.
Junto a él están dos compañeros: Erick Zambrano (20) y Daniel Vélez (21). Ambos tuvieron trabajos temporales pintando casas u oficinas o ayudando en las labores de campo, en especial en haciendas bananeras. “Por dos días nos pagan entre USD 25 y 30, pero nos sacan el aire. Aquí no sabemos cuánto vamos a ganar, pero por lo menos es algo fijo”.
Víctor Hugo Bedoya, director del Centro de Promoción y Empleo de la Espol (Ceproem), dijo que la masiva convocatoria de jóvenes en busca de un puesto en la Policía es un reflejo de la situación del sector productivo.
Los efectos de la recesión mundial se sienten en el freno de los planes de inversión o expansión de las empresas, que prefieren postergar la búsqueda de nuevos trabajadores.
El Ceproem es una bolsa de empleos para alumnos, pero Bedoya advirtió que incluso ahí se redujo la oferta de puestos de trabajo. De enero a junio, 70 estudiantes encontraron empleo. Esto frente a los 348 politécnicos que se colocaron en diferentes empresas el año pasado.
María Gloria Alarcón, presidenta de la Cámara de Comercio de Guayaquil, dijo que las empresas no están generando nuevos empleos. Y que las cifras oficiales registran un deterioro en el empleo nacional. Según los cálculos de la Cámara, en la ciudad se perdieron 50 000 empleos en lo que va del año.
“Los jóvenes no han tenido mucha oportunidad y su esperanza se puso en el extranjero. Ahora, con la crisis, los países receptores de emigrantes también están deprimidos y los jóvenes prefieren buscar opciones más estables o vocacionales, como la oferta de la Policía”.
Alarcón consideró que solo el 11% de los jóvenes tiene un trabajo estable y muchos están en el subempleo. Esto sin contar con las personas que salen de las universidades, de las escuelas técnicas, politécnicas o de formación media e incluso bachilleres en busca de empleo pero no consiguen. Se calcula que salen entre 100 000 y 150 000 jóvenes al año.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en junio último, 197 647 personas que oscilan entre 18 y 29 años se encontraban desempleadas, esto representa el 15,14% de la Población Económicamente Activa (PEA).
Jack Chávez, director del Instituto de Formación, Capacitación, e Investigación de la Universidad Católica de Guayaquil (Infocsi), indicó que esa tasa es superior a la del mismo período de 2007 cuando se ubicó en 13,15%.
Para Chávez, la lectura que hacen los jóvenes frente a una convocatoria como la policial es la garantía de estabilidad versus la baja probabilidad de encontrar trabajo en el mercado laboral del sector privado.
El miércoles, Daniel Erazo mostraba los moretones que le quedaron en su brazo tras los empujones y golpes que recibió, mientras esperaba un tiquete para comprar un prospecto. Tiene 22 años y está casado. “Está dura la economía, trabajo vendiendo productos naturales, pero no me alcanza para mantener mi hogar”. Gana USD 240 al mes y aunque sabe que ser policía implica muchos más riesgos, reconoce que los ingresos fijos ayudarán a su familia.
Los desempleados
En la página web del Instituto Nacional de Estadística y Censos no existe información sobre las cifras de desempleo de los jóvenes (18 a 29 años) en 2008, según el Instituto de Formación, Capacitación e Investigación de la Universidad Católica de Guayaquil (Infocsi).
La proporción de personas desempleadas en el rango de edad de 18 a 29 años es mayor en mujeres: 18,36% versus al porcentaje de 12,7% de desempleo en hombres, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.