Los robos, asaltos en barrios y urbanizaciones son una preocupación constante para los quiteños. Debido al miedo a la delincuencia han tenido que tomar sus propias medidas de protección para evitar que los ataquen. Desde hace un mes los vecinos del sector de Pambachupa y La Gasca se unieron para adoptar acciones en contra de la delincuencia. Crearon el proyecto Yo cuido la casa de mi vecino con el objetivo de colocar más de 100 cámaras de videovigilancia y alarmas comunitarias en diversas calles del sector.
Fue a raíz de que la UPC de Pambachupa quedó destruida por el aluvión del pasado 31 de enero, que los vecinos quedaron expuestos a la ola de inseguridad que se vive en la ciudad. A diario escuchan casos de robos en las viviendas, las personas se sienten temerosas, salir al parque se convirtió en un peligro. En las noches las calles lucen desoladas y los negocios cierran sus puertas desde las 18:00.
Efraín Cordero, representante del barrio La Gasca-Pambachupa, dijo que se han organizado con los vecinos para adquirir equipos sofisticados para mejorar la seguridad. Se trata de sistemas que incluyen cámaras que estarán enlazadas con el sistema de la Policía.
Otra de las medidas de seguridad son las actividades comunitarias que tienen como fin fortalecer la red de vecinos y volver más seguro al sector. “Nos dimos cuenta que, si no nos conocíamos era más difícil unirnos, entonces queremos organizar una serie de programas, con ferias, para que quienes viven aquí vengan y se impliquen con lo que estamos haciendo”.
Los chats
Néstor Coque concuerda con la iniciativa, menciona que se ha logrado reducir el índice de delitos a través de los chats vecinales. “Los que tenemos negocios escribimos cuando vemos algo sospechoso. El problema es que la Policía tarda en llegar pese a estar tan cerca, pero sí hemos obtenido resultados”, dijo.
La iniciativa de implementar las cámaras de seguridad fue de los vecinos, quienes se pusieron de acuerdo para tomar esta medida que, reconocen, es extrema. Expresan estar cansados de los asaltos que se cometen en el sector. Para organizarse crearon un chat comunitario para trabajar en conjunto con el personal policial. Además, cada vecino tiene en su vivienda cámaras, y que, según las alertas y registros que llevan, bordean los 10 eventos diarios.
Cordero menciona que entre estos eventos o alertas con el chat comunitario y las cámaras particulares han permitido identificar a personas libando en el parque o sospechosos que se dedican a delinquir en la zona.
Ante esta situación los vecinos tomaron como medida organizarse y entre las familias que habitan en este barrio recolectaron dinero para comprar nuevas cámaras.
Estos aparatos les permitirán estar conectados con el sistema de la Policía y así el tiempo de respuesta ante una emergencia sea menor de los 40 minutos.
Graciela Castillo, moradora del sector, cuenta que los delincuentes roban a mano armada y se movilizan en una moto, al igual que en un vehículo sin placas. “Con la instalación de las cámaras esperamos que los delincuentes nos dejen vivir en paz, nadie aquí podía dormir, e irse a trabajar con la zozobra de que algo pueda pasar”.
Según datos de la Policía Nacional, durante el período de enero a mayo del 2022 se han registrado 568 robos a domicilios. Mientras que, en el mismo periodo en el 2021, la cifra fue de 479. Ante estos escenarios de inseguridad Pambachupa no es el primer barrio que ha implementado medidas. Hay otros ejemplos en la urbe.
En el norte
En La Kennedy, los vecinos en este caso se reúnen para realizar marchas con el objetivo de hacer un llamado a las autoridades para que den solución a la inseguridad que se vive en la capital.
Santiago Mena, representante del barrio La Kennedy, cuenta que los comerciantes y moradores del sector están preocupados. En este lugar los asaltos son a mano armada. De los diez locales que están ubicados, entre las calles Ramón Borja y Remigio Romero, ocho han sido asaltados.
Este es el caso de Gonzalo Garrido; la delincuencia visitó su vivienda por tres ocasiones. Cuenta que la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) más cercana está ubicada a tres cuadras y aun así el tiempo de respuesta no es inmediato.
Siente que el Gobierno no cuenta con los recursos ni con el personal suficiente para dar seguridad a los ciudadanos.
Costos de inversión
Cristian Maldonado es propietario de un almacén de alarmas de seguridad, menciona que los equipos para casas pueden costar desde USD 200 hasta más de USD 1 200, según el modelo, dependiendo del número de cámaras que se quiera instalar y la resolución de acercamiento o zoom.
“Todas las cámaras tienen alta resolución, pero hay unas que son giratorias y que se las puede mover desde el teléfono. Hay personas que han instalado hasta 16 cámaras, con mucha capacidad de acercamiento y se puede ver todo muy nítido”.
Menciona que la gente compra estos artefactos con la finalidad de identificar al delincuente, el modus operandi para estar alerta. Las cámaras son disuasivas; por tanto, genera temor entre los delincuentes en ser detectados, identificados, y eventualmente detenidos.
¿Cómo contactar a la unidad de noticias?
Si tiene una denuncia o una historia, puede escribir al correo mantillai@elcomercio.com
¿Qué se puede hacer?
La inseguridad en Quito preocupa y requiere de acciones coordinadas entre autoridades y la sociedad civil. La ciudadanía cree que la delincuencia se la frena con inteligencia y planificación para evitar que las pandillas y mafias se propaguen.
El Municipio trabaja en instalar cámaras, alarmas, botones de pánico y proveer de motocicletas a la Policía para control.
¿Cómo surgió este tema?
El miedo y la inseguridad son los sentimientos con los que conviven los quiteños en su diario vivir y están entre los mayores problemas que afronta el país. Los vecinos se han organizado para frenar a la delincuencia mediante el uso de la tecnología.
Robos a nivel nacional
Según datos de la Fiscalía General del Estado se han reportado 1725 robos a locales comerciales y 2677 robos a domicilio durante este 2022.
Municipio de Quito realizará la instalación de 550 alarmas comunitarias en varios sectores de Quito, en beneficio de 300 barrios. Además, adquirirá 200 cámaras de videovigilancia y repotenciará otras 250 existentes, estos dispositivos se conectarán al Ecu-911 por un monto aproximado de USD 3,5 millones, provenientes de la tasa de seguridad.
Son 280 policías que brindarán seguridad desde la Unidad de Policía Comunitaria (UPC).