El año pasado, la Seguridad Social cumplió con un objetivo que se había mostrado esquivo: incrementar de manera decidida el crédito a los afiliados.
El 2011 el Biess cierra con una cartera hipotecaria de USD1 505 millones y quirografaria de USD1 150 millones. Se anuncia que en el 2012 la cartera quirogra-faria aumentará en USD330 millones y la hipotecaria en USD660 millones: el Biess prestará todo lo que recupere de los deudores y además la suma indicada.
El IESS fue el principal financista del gobierno de Correa hasta 2010. Dejó de serlo en 2011. Para 2012 se tiene previsto que al Estado le prestará algo menos de lo que este pagará por amortización.
Lo que sí habrá es inversión del Biess en proyectos eléctricos y petroleros del Estado, por USD 254 millones netos en 2012.
El crecimiento de la actividad financiera del IESS a través de su banco será para atender las necesidades de sus afiliados.
De los USD1 400 millones en que se incrementan los recur-sos administrados por el Biess, USD 800 millones van a préstamos a los afiliados y USD 200 millones serán invertidos en la construcción de 25 000 viviendas, los dos tercios en Quito.
El 73% de los beneficiarios de préstamos hipotecarios gana menos de USD1 500.
La masificación del crédito de la vivienda, en circunstancias que la dolarización impide que la inflación alcance dos dígitos, permite a un importante estrato de ecuatorianos alcanzar vivienda propia, una meta anhelada por todos, pero que antes de la apertura del Biess era difícil de lograr.
El fuerte incremento de los demandantes de vivienda despertó a los urbanizadores, y la construcción residencial se erige en uno de los motores importantes de la economía.
En el tercer trimestre del 2011, comparado al tercero del 2010, la construcción creció 31,7%, según el Banco Central. Sin precedentes: cuando se construyó el OCP, el PIB de la construcción tuvo un crecimiento pico de 21,9% en el tercer trimestre del 2002.
Además del beneficio social (los afiliados) y económico (todos), el IESS se fortalece porque el rendimiento de sus fondos es mucho mejor que cuando los tenía ociosos. El mejor rendimiento sumado al fuerte incremento de las afiliaciones y alza salarial debe resultar en una reducción del déficit actuarial. Esto es, se achica el “hueco” que en un futuro tendrá el IESS por las obligaciones que contrae con sus afiliados (sobre todo jubilaciones).
Pero todo tiene su costo. La mayor demanda de vivienda hace que suban los precios de los bienes raíces; las alzas salariales, el costo de la construcción. Dentro de dos o tres años la vivienda costará bastante más que ahora.
Quienes acceden hoy a un crédito del Biess son privilegiados, puesto que obtienen financiamiento para vivienda cuando recién empiezan a subir los precios.