Visiblemente molesto, John Varela publicó en Facebook una queja sobre el cobro indebido que le hicieron en el peaje de la autopista General Rumiñahui.
El barbero de profesión vive en Fajardo y sale contadas veces al mes hacia Quito. Sus pasadas por el punto de cobro las tiene controladas para recargar el saldo cuando está por terminarse. Su sorpresa fue grande cuando llegó a las oficinas en la autopista y le dijeron que no tenía recursos a favor.
Revisó su estado de cuenta y algo no cuadraba. Dos veces marcaba el cobro con apenas unos segundos de diferencia. Era hora pico y debió quedarse parado bajo el portal de cobro. Edwin Herrera, director de Vialidad de la Prefectura de Pichincha, minimiza este tipo de quejas y asegura que son casos aislados y deben registrarse para solventar en la plataforma. “Eso no ocurre, porque el sistema le registra una sola vez; además, contamos con cámaras para verificar”. Herrera hace énfasis en la fiabilidad del sistema de cobro en el peaje. “No ha tenido fallas, pero en caso de que existan, los usuarios pueden acercarse y si hubiese un cobro indebido se hace la restitución de saldo”, agrega. A Varela le dijeron que 48 horas después de presentada la queja, un funcionario se comunicaría para solucionar el fallo. Han pasado 10 días y esa llamada no se ha concretado.
Reclamos continuos
Este no es el único caso. En su publicación en la red social otro centenar de personas comentaron haber pasado por situaciones similares. Los usuarios de esta vía también tienen otro malestar: unos metros más adelante del peaje de la autopista está el intercambiador de Collacoto, el cual permite girar en ‘U’ a los autos que suben desde el valle de Los Chillos. En los portales hay letreros que anuncian que esa vuelta no se cobra. Pero hay quienes discrepan.
Inés Bastidas vive en La Armenia y muchas veces sube a Collacoto a comprar el pan que le gusta. “El pan más caro de mi vida resulta, porque pago doble peaje”. Ella asegura que no se cumple lo señalado en los pórticos del intercambiador. Cada vez pago más y vivo aún dentro de la zona urbana de Quito”, dice y confiesa que nunca ha revisado el estado de cuenta para asegurarse de pagar lo justo.
Herrera explica que el sistema permite paso libre en la zona siempre que el vehículo pase por ambos pórticos, de subida y bajada, y no sea en un lapso mayor a 15 minutos. Automáticamente se registran dos cobros, pero en máximo 48 horas son anulados.
Sin embargo, para usuarios como Bastidas esto no queda claro y no hay una información detallada sobre el esquema de cobro en la autopista, ni en el momento de pagar.
Diariamente pasan cerca de 72 000 vehículos por el peaje de la autopista y el intercambiador de Collacoto. Esto representa al menos USD 8 millones de ingresos anuales para la Prefectura, según la misma entidad. Tomando en cuenta que solo los vehículos livianos pagan USD 0,39 y los de seis ejes aportan con el rubro más alto alcanzando, USD 1,20.
Una deuda excesiva
Un mal cálculo detuvo a Belén Estrella a la hora de pagar la cuenta en las oficinas del peaje. Hace un mes se acercó, consciente de que ya tenía saldo en contra, y se llevó una sorpresa desagradable. Le dijeron que tenía 400 pasadas impagas por el punto de cobro automático y que su deuda superaba los USD 260. Aunque le impresionó la cifra, sacó su tarjeta de débito para cancelar. Pero le aseguraron que solo aceptaban efectivo y tuvo que irse. Su esposo le hizo caer en cuenta de que algo andaba mal. 400 pasadas por USD 0,39 que cuesta el peaje dan un total de USD 156. Nada concordaba.
Al pedir el detalle de los pasos por el sector, un funcionario le dijo que no tienen acceso al anterior sistema y que lo haga por Internet. La página ha estado caída, cuenta.