“¡Suficiente!”, publicó el Palmeiras en sus redes sociales al denunciar que aficionados fueron victimas de insultos racistas durante el partido de la Copa Libertadores ante Emelec, en la cancha del estadio George Capwell de Guayaquil, la noche del 27 de abril del 2022.
“La Sociedade Esportiva Palmeiras se solidariza con sus aficionados que fueron víctimas de ofensas racistas durante el partido disputado este miércoles en Guayaquil, Ecuador”, publicó el club de Sao Paulo.
“Es inaceptable que en el ambiente futbolístico aún tengamos que convivir con manifestaciones de tan bajo nivel. Lamentamos profundamente este episodio y esperamos que las autoridades competentes tomen las medidas necesarias para que escenas como esta no vuelvan a ocurrir. ¡Suficiente!”, se colocó en otro mensaje.
Lamentablemente el racismo y otras formas de violencia siguen siendo comunes en los estadios de fútbol, en el mundo entero. Ecuador no es la excepción. Por fortuna, en redes sociales también hay hinchas que han pedido disculpas por el comportamiento de quienes agreden a otros por el solo hecho de llevar una camiseta de otro color.
Hinchas que piden disculpas
“No somos todos. Pedimos disculpas por lo sucedido. Increíble que en pleno 2022 siga ocurriendo esto”, contestó una hincha del ‘Bombillo’ al mensaje del Palmeiras en Twitter.
Si bien la FIFA, los clubes y hasta dentro de las mismas hinchadas organizadas han existido campañas para eliminar expresiones violentas todas las semanas se conoce sobre lamentables noticias de violencia en el fútbol, dentro y fuera de los estadios.
Peleas entre hinchas, insultos, racismo, homofobia son solo algunas de las formas de violencia que empañan a los deportes profesionales.
Hincha del Boca preso por racismo en Brasil
Lamentablemente ocurre en todo lado. La justicia brasileña concedió libertad bajo fianza, el 27 de abril del 2022, a un hincha del Boca Juniors argentino detenido el 26 de abril en Sao Paulo en el partido entre su equipo y el Corinthians, de la Copa Libertadores, por realizar gestos racistas a la tribuna local confirmó la agencia Efe.
De acuerdo con la policía brasileña, el simpatizante del Boca Juniors fue acusado de difamación racial y no por racismo, lo que le permitió ser puesto en libertad tras pagar una fianza de 3.000 reales (unos 600 dólares).
Tras ser liberado, fue acompañado por funcionarios del consulado argentino para su regreso a su país.
El gesto racista fue grabado por los aficionados brasileños, que lo denunciaron ante las autoridades, y el argentino fue detenido en el propio estadio, según constató la agencia Efe.
En un comunicado divulgado la noche del martes, el Corinthians repudió lo ocurrido y destacó que la detención del hincha refuerza la lucha contra el racismo.