¿Cómo se podría medir la eficiencia del Estado? A Andrei Shleifer, profesor de economía en la Universidad de Harvard, y a sus coautores se les ocurrió un experimento sencillo: enviaron cartas a direcciones inventadas en 159 países (10 cartas por país) y constataron cuáles regresaron a la dirección del remitente en Estados Unidos.
Como el objetivo no es medir la eficiencia del servicio nacional de correos, sino la capacidad del Estado para hacer lo que dice que hace, resulta natural imaginarse otras metodologías para realizar (o complementar) esta investigación.
¿Qué tal presentar una demanda ante un tribunal de cada país y medir el tiempo que dura el proceso? De hecho, ni siquiera habría que evaluar cuánto dura todo el proceso. Se podría, por ejemplo, presentar una demanda de inconstitucionalidad ante el órgano jurisdiccional respectivo de cada país y solamente anotar el tiempo que pasa hasta que éste la califique.
Otra alternativa sería contratar a una persona en cada país para que cometa tres infracciones de tránsito distintas -pasarse el semáforo en rojo, circular a exceso de velocidad y conducir en horario de restricción vehicular- y comprobar si la Policía sanciona con mayor frecuencia las infracciones que más atentan contra la seguridad e integridad de los ciudadanos, como debiera ser su prioridad, o las que son más fáciles de castigar y rinden más recursos. Una variante a este experimento sería ver en qué países merece una sanción circular sin placas o por un carril de uso exclusivo del transporte público .
En otro estudio se podría contratar a un ciudadano crítico con el Gobierno de cada país para que cometa presuntas agresiones y notar si las autoridades públicas presentan una demanda en su contra o si disuelven la organización donde él supuestamente trabaja.
Tampoco sería una mala idea realizar un par de estudios comparados en cada país. El primero: enviar a dos personas a que participen con propuestas idénticas en un proceso de contratación pública, con la diferencia de que una de ellas daría una coima. ¿En qué países se iría presa la persona que sobornó? ¿En qué países quedaría impune? ¿En qué países terminaría con contrato nuevo, carro nuevo y esposo/sa nuevo/va? El segundo: contratar a dos personas con el mismo perfil para que una presente su candidatura por el movimiento oficialista y la otra por la oposición, y ver en qué países el tribunal electoral pone reparos a una de las candidaturas.
Se podría pensar en una variedad de estudios más para evaluar la capacidad del Estado para cumplir con sus funciones elementales. El hecho es que los ciudadanos pagamos impuestos para recibir, como mínimo, la aplicación imparcial de la ley y seguridad. En algunos países, sin embargo, el contribuyente se pregunta, cual usuario de servicio de correo poco fiable, ¿dónde está mi carta?