A propósito de la declaración sabatina del Presidente y el “error” de los mandos de Fuerzas Armadas, estas necesitan una visión realmente conjunta, considerar los cambios de infraestructura y realidad nacional para reestructurarse en personal, entrenamiento, organización y ubicación de sus repartos en el territorio nacional; potenciado todo con una estrategia de empleo proactiva y coordinada con los objetivos nacionales. Los órganos de seguridad complementarios en cambio necesitan de una doctrina específica que oriente la formación y especialización de contingentes profesionales que satisfagan la necesidad del Estado.
Con esta experiencia, las FF.AA. como institución necesitan mandos que sean referentes de sus instituciones, con liderazgo que le permita hablar con energía al poder político; para merecer el respeto de él traducido en: selección de ministros de Defensa que estén a la altura del tema y evitando manipular la institución en beneficio de un proyecto de gobierno.