Al menos el 50% de las ecuatorianas vio aumentada su carga de trabajo doméstico en cuanto a la asistencia de las tareas educativas de los hijos, según el Banco Mundial y el PNUD.
Es una realidad que comparten con las mujeres de la región latinoamericana, donde 6 de cada 10 mujeres notaron un aumento en la supervisión de las actividades educativas de los niños, frente a cuatro de cada 10 hombres.
El Banco Mundial y el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) indican que las mujeres han enfrentado mayores cargas que los hombres para conservar sus puestos de trabajo o reingresar a los mercados laborales, tras la pandemia.
Los organismos presentaron a fines de noviembre de 2021 los resultados de la encuesta ‘Una recuperación desigual: Tomando el pulso de América Latina y el Caribe después de la pandemia’ donde analiza la situación de la región en temas laborales, género y salud.
Más de la mitad de las mujeres en la región abandonó la fuerza laboral por completo. Además, tienen más del doble de probabilidad que los hombres de perder el empleo.
En general, los indicadores laborales de la región muestran signos de recuperación, pero la calidad del empleo se deterioró por el aumento de la informalidad.
Es por eso que la tasa de empleo regional está 11 puntos porcentuales por debajo de la tasa pre pandémica. En el caso de Ecuador es de 14 puntos porcentuales menos.
En el país, alrededor del 30% de la población empleada antes de la pandemia perdió su empleo, según la encuesta y no ha podido recuperar sus niveles anteriores de empleabilidad.
Asimismo, los niveles de ingresos de más del 60% de los hogares ecuatorianos aún no muestran signos de recuperación.
Muchas personas regresaron al mercado laboral, pero a trabajar en el auto empleo, en su mayoría en el sector informal.
También el 16% de trabajadores en la región abandonó la fuerza laboral por completo luego de quedar desempleado, llevando a una reducción de la población económicamente activa; mientras que el 10% quedó desempleada.
La encuesta, recopilada entre mayo y julio de 2021, analizó la situación económica de los hogares y mide el bienestar de la región un año y medio después del inicio del covid-19.