Pareciera que todo se ensaña contra Haití. Y cada vez que ocurre una tragedia, hay otras en el mundo que terminan desplazando el interés.
El país está viviendo otra crisis política tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, el 7 de julio. Para colmo, el 14 de agosto, hubo un sismo de 7.2 en el sur y que ya deja unos 2 200 muertos y más de 12 000 heridos. Y, por si fuera poco, dos tormentas afectaron al país. Pero las noticias sobre Afganistán se impusieron. “Es como si estuviéramos malditos.
Seguimos siendo derrotados. Me pregunto ¿cómo es que esto puede ocurrir?”, dijo el sacerdote Lucson Simeon.
Haciendo memoria, el 12 de enero del 2010, un sismo de magnitud 7 dejó 200 000 muertos y más de 300 000 heridos.
La capital, Puerto Príncipe, quedó en ruinas. Y el socorro internacional no demoró en llegar. Sin embargo, el 27 de febrero del mismo año, en Chile, se desató otro sismo de 8.8. Fue tan fuerte que inclinó el eje de la tierra 1,26 microsegundos (un microsegundo equivale a una millonésima de segundo), según la NASA. No hubo tantas víctimas como en Haití, pero sí algo más de atención mundial.
Las fotos abarcan cuatro momentos de la tragedia derivada del sismo: la destrucción de viviendas, la soledad de los sin techo, la tensión por los ciclones y la precaria atención sanitaria.