Humberto Pizarro tiene una ventaja: conoce a los futbolistas en sus distintas edades. Ha dirigido a equipos en todas las categorías e incluso estuvo a cargo del primer plantel del Emelec.
Esa fue su carta de presentación para que los dirigentes de River Plate Ecuador decidieran contratarlo. También fue parte de su presentación en el primer entrenamiento del equipo.
“Lo avala su experiencia”, reconoce Mario Canessa, el presidente del club guayaquileño. Eso pesó en la lista de cinco entrenadores más que tenían como alternativa para que asumiera el cargo que dejó Kléber Fajardo.
Pizarro es de esos técnicos que destacaron poco -casi nada- en su etapa como jugador. Es difícil recordarlo en el equipo de 1985. Jugó como volante de marca, junto a Toniño Vieira y Tulio Quinteros. Fue dirigido por Luis Santibáñez. De él heredó su disciplina táctica, aunque él prefiere decir que tiene un estilo propio.
Barcelona fue su primera experiencia en el fútbol de Primera categoría. Después de aquello, cuando tenía 22 años, fue cedido al club Molinera, una filial de Barcelona que en esa época jugaba en la Segunda categoría. Su trayectoria la complementaron dos años en el Deportivo Quevedo y cinco en Espoli.
Pero su intención fue siempre dedicarse a dirigir. Tras su retiro del fútbol profesional, estudió Educación Física y luego se graduó como director técnico.
Debutó como DT en Emelec, en las divisiones menores. Dirigió a las Sub 14, 16, 18 y 20. En el 2007 estuvo a cargo, incluso, del primer equipo eléctrico tras la renuncia de Carlos Torres Garcés. Se hizo cargo del equipo también, en el 2008, luego de la renuncia de Aníbal ‘Maño’ Ruiz.
Pizarro es un técnico disciplinado. Se involucra en el trabajo de sus dirigidos y es un obsesivo con la perfección. Lo es hasta el punto de detener una jugada las veces que sean necesarias para que salga como él quiere. Esa fue la impresión que dejó el estratega en el jugador Pablo Portugal. “Es un técnico motivador y hay que apoyarlo porque ha asumido el reto de sacar al equipo del último lugar de la tabla de posiciones”, analizó el mediocampista.
Y eso quedó demostrado desde el primer entrenamiento, el lunes pasado. Dividió al equipo en defensas, volantes y delanteros. Trabajó primero con la defensa. Ensayó movimientos en bloque y marca zonal con ellos para aplicarla en tiros de esquina.
A sus volantes les exigió marca. Incluso a los ofensivos. “En este equipo todos marcan”, gritaba constantemente. A los delanteros les pidió definición. Ese, según su análisis preliminar, es una de las razones por las que el equipo ha sumado apenas un punto.
Emelec lo catapultó como estratega, pero Rocafuerte consolidó su carrera. Con este club realizó una gran campaña en el 2010 ya que disputó el ascenso a la Serie A hasta las últimas fechas.
HOJA DE VIDA
Humberto Pizarro
Nació en Ventanas (Los Ríos), el 21 de enero de 1965. Tiene 41 años de edad y jugó en Barcelona, Espoli y Deportivo Quevedo.
Se formó en las divisiones inferiores del equipo canario. Terminó su carrera jugando en el club Molinera.