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La cardiopatía congénita es un problema dentro de la estructura y el funcionamiento del corazón que se presenta en el ser humano al nacer. Lo define así la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Esta dolencia no se refiere a un solo tipo de patología, sino que describe a una serie de problemas que afectan el corazón del recién nacido. Es tal su gravedad que causa más muertes en el primer año de vida que cualquier otro defecto de nacimiento.
Las cardiopatías congénitas se dividen en dos tipos: cianótica (coloración azulada producto de una relativa falta de oxígeno) y no cianótica.
La mayoría de los niños con estas cardiopatías no tienen otros tipos de defectos de nacimiento. Sin embargo, las anomalías cardíacas también pueden ser parte de síndromes genéticos y cromosómicos, algunos de los cuales pueden ser hereditarios.
Según especialistas internacionales como Fraser, Kane y Webb, a menudo no se puede encontrar ninguna causa para la cardiopatía. Fármacos como el ácido retinoico para el acné, sustancias químicas, el alcohol e infecciones (como la rubéola) durante el embarazo pueden contribuir a algunos problemas cardíacos congénitos.
El azúcar en la sangre mal controlado en las mujeres que tienen diabetes durante el embarazo también ha estado relacionado con una alta tasa de problemas cardíacos congénitos.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas dependen de la afección. Aunque la cardiopatía congénita está presente al nacer, es posible que los síntomas no aparezcan inmediatamente. Pero entre los síntomas más comunes está el dolor de pecho, la debilidad y dificultad para respirar.
Defectos como la coartación de la aorta (un estrechamiento o constricción de una parte de la arteria aorta) pueden no causar problemas durante años. Otros problemas, como una comunicación interventricular pequeña, una comunicación interauricular o un conducto arterial persistente, probablemente nunca causen ningún problema.
Pruebas y exámenes
La mayoría de los defectos cardíacos congénitos se detectan durante una ecografía del embarazo. Cuando se encuentra una anomalía, un cardiólogo pediatra, un cirujano y otros especialistas pueden hacerse presente cuando el bebé nazca.
Tener atención médica lista en el momento del parto puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para algunos recién nacidos.
Los exámenes que se hacen en el bebé dependen de la anomalía y de los síntomas.
Los tratamientos
El tratamiento que se emplea y la forma como el recién nacido responde a este dependen de la afección. Muchas anomalías necesitan un seguimiento cuidadoso. Algunas sanarán con el tiempo, mientras que otras necesitarán tratamiento.
Algunas cardiopatías congénitas pueden tratarse solo con medicamentos. Otras necesitan procedimientos o cirugías del corazón.
Formas de prevención
Las mujeres que están embarazadas deben recibir un buen cuidado prenatal.
Para prevenir este tipo de daños en el corazón de sus hijas e hijos, deben evitar el consumo de alcohol y de drogas ilícitas durante el embarazo.
Además, deben informar a su médico que está embarazada antes de tomar cualquier medicamento nuevo.
También la madre debe procurar que le realicen un examen de sangre a comienzos del embarazo para ver si tiene inmunidad contra la rubéola.
Si no tiene inmunidad, debe evitar cualquier exposición posible a esta enfermedad y recibir la vacunar inmediatamente después del parto.
Las mujeres embarazadas que tienen diabetes deben tratar de tener un buen control del nivel de azúcar en la sangre.
Finalmente, ciertos genes pueden jugar un papel en las cardiopatías congénitas. Por esto, la madre debe consultar con su médico para la realización de pruebas genéticas si tiene antecedentes familiares.