Fue evidente que cuando el Gobierno afinaba las conversaciones con la Unión Europea surgió un cortocircuito en la cúpula de Relaciones Exteriores. El vicecanciller Kintto Lucas decía que no había lugar a un acuerdo en la línea de un tratado comercial con Europa. El Subsecretario de Comercio Exterior, mientras tanto, sostenía que las conversaciones avanzaban.
En el calendario se interpuso la desafortunada y agresiva sentencia contra el diario El Universo, que puso en alerta a Europa. Para superar la situación y aclarar los puntos de la relación comercial del país con Europa viajó el Canciller.
Antes, los tres altos funcionarios se habían presentado juntos en una rueda de prensa, pero era evidente que los días del Vicecanciller estaban contados.
Kintto Lucas, un periodista nacido en Uruguay y naturalizado ecuatoriano, se había mostrado radical en las tesis originales del proyecto de campaña del Gobierno. A su salida, en entrevista con Diario EL COMERCIO, dijo que en materia del acuerdo con Europa se impuso el ala de derecha del Régimen.
A la hora de la verdad y más allá del nombre que le pongan al acuerdo, se trata de un Tratado de Libre Comercio (TLC ) en toda norma. Máxime si los parámetros no se apartan de los instrumentos que firmaron nuestros países vecinos Colombia y Perú con la Unión Europea.
La salida de Lucas, ahora, como antes la separación de algunas figuras provenientes de la izquierda que en un principio acompañaron al Presidente, evidencian la línea pragmática, más allá del discurso de izquierda que promueve el Régimen. La confrontación en la Marcha por la Vida fue otra constancia de la política real que, al salir, tras años de colaboración, descubre Kintto Lucas.