Me solidarizo con los periodistas del libro ‘El Gran Hermano,’ ante la sentencia fuera de toda lógica de hecho y derecho. ¿Cómo unos ciudadanos sencillos, que viven de su trabajo honesto al igual que millones de ecuatorianos, podrán pagar un millón de dólares cada uno? Mil dólares es difícil para todos nosotros. ¡Qué funesto precedente! ¿Y lo de El Universo, la prensa libre y la democracia?