El catedrático Ignacio Ramonet estuvo en Quito, invitado por la Secretaría de Comunicación, para presentar su último libro ‘La explosión del periodismo: de los medios de masa a la masa de medios’. Ramonet es uno de los intelectuales que le dan fundamento teórico a la guerra contra los medios que se libra en Latinoamérica, por eso sus teorías suenan a música celestial para los gobernantes populistas y sus seguidores.
Las ideas más llamativas de Ramonet sostienen que la irrupción de la Internet ha puesto en peligro de muerte al periódico de papel y ha convertido al ciudadano en generador de información. El periodista está también en peligro porque ha perdido el monopolio de la información y está sometido a la tiranía de la urgencia que le impide generar noticias de calidad. La prensa se llamó“cuarto poder” cuando luchaba contra las tiranías en defensa de los derechos humanos, pero está fallando en su misión porque ya no defiende los intereses de la sociedad sino los intereses de los dueños de los medios que pretenden domesticar a la sociedad y controlar el poder político.
Las ideas de Ramonet han llevado a dramatizar la realidad e idealizar el llamado periodismo ciudadano. La Internet ha provocado serios problemas a los medios de comunicación, es cierto; pero de allí se pasa muy rápido a predecir la muerte de los diarios, el fin del periodismo y la aparición del quinto poder. El encargado de información de Google, decía que este poderoso motor de búsqueda pone en contacto con las noticias a mil millones de internautas cada semana. ¿Cuál es la procedencia de esas noticias?, pues los medios de comunicación. Si los medios de comunicación desaparecieran, ¿dónde buscarían las noticias los motores de búsqueda? Desaparecerían también ellos o se convertirían en medios y entonces buscarían periodistas para que pongan en contexto las noticias.
Con frecuencia se apela al ejemplo de Wikileaks para sostener que la Internet ha puesto en contacto a los usuarios con la noticia sin necesidad de los medios. Tener acceso a la información no es lo mismo que estar informado. El señor Assange de Wikileaks necesitó de los viejos medios y sus periodistas para convertir en noticias los 500.000 documentos del Departamento de Estado de Estados Unidos.
En cuanto a la creación del sector público de la información que al señor Ramonet le parece que “amplía el territorio de la libertad”, algo debe haber escuchado acerca de lo que ocurre en los medios que están en manos del gobierno ecuatoriano porque, en entrevista para la agencia pública de noticias, hizo una sabia advertencia: la información debe ser neutra porque a la larga, en una democracia, gobierna la oposición; lo que significa que “si usted hace del sector público un órgano de propaganda, cuando los otros gobiernen harán un órgano de propaganda”.