Son transeúntes; siempre yendo a… o viniendo de algún lado. En movimiento. Son 13. Y son esculturas en metal, piedra y papel creadas por la artista quiteña Vicky Camacho. Se las puede ver hasta el viernes 20 en la Galería Cienfuegos (Galavís e Isabel La Católica).
Como asegura que le dijo alguna vez un crítico de arte, la suya es una obra “lúdica y satírica”. Una obra, habría que añadir, que produce una especie de gozo, de alegría. Porque los transeúntes de Camacho son descomplicados, esbeltos, ligeros en la forma de hacer saber que son gente de ciudad, que toma un bus, que se empapa bajo un aguacero, que se transporta en bicicleta y no precisamente de manera segura, pero todo lo hacen desde una alegre liviandad.
Los materiales que utiliza: piedra, metal (varillas de hierro para construcción, por ejemplo) y papel, se alían de una manera poderosa para construir piezas de la calidad de ‘En la última entran seis’, una alusión directa al vía crucis por el que pasan quienes se transportan en bus y que se materializa en la escena de varias personas amontonadas y colgadas de una puerta.
En esta escultura, como otras, Camacho logra una transmutación, que es únicamente visual. Los personajes que uno cree que son de metal, están hechos en realidad de papel maché.
En ‘Hamacas’ se puede ver otra de sus prácticas: el reciclaje de materiales. Las hamacas donde tan plácidamente reposan tres personas están hechas de varillas desechadas de una construcción. Recicladas, de papel, grandes o más bien pequeñas, en cada una de las 13 piezas de ‘Volumen y movimiento’ es indiscutible el carácter lúdico, como se puede ver en sus esculturas monumentales del redondel a la entrada al túnel de San Juan (Los equilibristas) o los personajes en lucha de El Trébol.
Tiene dos proyectos más de este tipo (monumental) en camino. Solo espera el visto bueno para empezar a crear con sus manos el movimiento.