El pasado lunes, el presidente electo, Guillermo Lasso, dio a conocer los nombres de quienes que estarán a cargo del “frente social”.
Se aprecia que para la designación de estos altos cargos Lasso haya hecho un esfuerzo por buscar profesionales íntegros, con buena formación académica y experiencia (no necesariamente en el sector público).
Y aunque es necesario que todos los ecuatorianos arrimemos el hombro para que el próximo gobierno tenga éxito, ahora le toca al flamante presidente elegir bien a sus colaboradores para que, más allá de proyectar una imagen de un gabinete diverso e inclusivo, se concentren en la consecución de resultados concretos. Resultados que deberían verse a los 100 días, a los seis meses y al año de gobierno.
Los problemas sociales, con el azote de la pandemia de la covid-19, se han agudizado. Ha colapsado el sistema de salud y el número de muertos por efecto del virus es considerable, miles de personas han perdidos sus empleos, el porcentaje de pobres ha aumentado de manera significativa (en especial en las zonas rurales), miles de niños y jóvenes han dejado de estudiar porque no tienen acceso a internet o no tienen un dispositivo adecuado para ello… La lista es larga.
Lasso ha definido las prioridades para el frente social. La ministra de Inclusión Económica y Social (MIES) se enfocará en atender a las personas que se encuentran en estado de pobreza extrema y erradicar la desnutrición infantil. La ministra de Salud tendrá como objetivo vacunar durante los primeros 100 días de gobierno a nueve millones de personas. La ministra de Educación trabajará en educación intercultural y rehabilitación de las escuelas rurales. La ministra de Cultura se dedicará a incentivar la cultura y mejorar la situación de los artistas. El secretario de la Senescyt impulsará reformas a la LOES (Ley Orgánica de Educación Superior) que permita dar más autonomía a las universidades.
Como podrán apreciar, pese a que estas prioridades son importantes no reflejan la complejidad que representa cada sector. El nuevo gobierno debería dar respuestas a problemas urgentes y también estructurales a través de acciones de corto, mediano y largo plazo.
A más de definir el Frente Social, me ha llamado la atención que en el proceso de transición o empalme Lasso no haya puesto a la persona que se encargará de la Secretaria de Planificación. Una de las más importantes. ¿No tienen todavía a nadie o van a desaparecer esta área?
Y es que todas las acciones que se hagan no solo en el frente social sino a nivel de todos los ministerios debe estar amparado en un Plan Nacional de Desarrollo. No solo porque así lo establece la Constitución. La planificación en la nueva gestión pública tiene un papel fundamental. A través de ésta se definen prioridades, objetivos, metas. Se estructuran agendas, políticas, planes sectoriales e institucionales… Se da seguimiento y se evalúa el avance de la gestión.
Bien por el frente social. ¿Y la planificación?