Un suceso tras otro -todos negativos- parecen concurrir para conducirnos al manicomio. Meditemos en algunos ejemplos.
Seguros. Las aportaciones de los militares; también de los policías (Isspol) han desaparecido en gran parte, igual que el de los civiles (del IESS), todo mediante maniobras “apegadas a la ley” según los presuntos responsables. Tres argumentos adicionales son: aquí puse la plata, pero no aparece. Soy un perseguido político. Solo cumplí órdenes superiores.
Valor del faltante de los policías: 540 millones de dólares.
Transporte para Quito. “Secretaria de Movilidad recomienda un pasaje integrado de 0,60 ctvs.” (EL COMERCIO, 29 de octubre). Por años, los buseros del servicio urbano, pidieron elevar el pasaje en la cantidad de 5 centavos, La respuesta de los concejales ha sido que la petición será sometida a “estudio”, pero primero que mejoren el servicio. Se repitió, así el dilema: ¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? Ahora la tarifa del bus urbano parece atada a la del tren subterráneo.
La operación de este tren está condicionada a que el operador sea una entidad internacional, escogida en concurso público. Sin embargo, algunos investigadores advierten que podría haber el propósito de entregar la operación a alguien de la localidad, o al propio Municipio.
Este tren es una obra que vale un poco más de dos mil millones de dólares. ¿Alguien o algunos habrán olvidado el fracaso que acabó con el ferrocarril Guayaquil-Quito cuando su administración fue entregada a burócratas locales? Esto aconteció a partir del año 1944 – 45, cuando nacionalizaron esa vía y servicio que operaba una compañía de Gran Bretaña.
Robos y asaltos. Con los dos perjuicios anteriores, ya estamos en la antesala del manicomio. Un paso más al interior de ese lúgubre local, está constituido por la acción de los ladrones, sicarios y otros dedicados al negocio de las drogas. Asaltan, golpean y arranchan a los pobres viandantes, sin importarles la luz del día, ni la filmación de sus fechorías; no ocultan su faz porque tienen a su favor el “derecho humano” de delinquir, mientras las víctimas no cuentan ni con su derecho a la vida, a su propiedad y a la seguridad. Mucho más grave es el perjuicio millonario de grandes “contratistas”
Tragedias en el Transito.
Demos el paso final y ya estaremos dentro de la celda del manicomio. EL COMERCIO, 26 de Octubre 2020 informa: 11.488 siniestros viales se reportaron en 9 meses. ¡Más de 1.276 mensuales!
Todas estas causas de locura no tienen un remedio a la vista, igual que la pandemia coronavirus y otras como aquellas de los ladrones de “alta gama” y “financistas” con poder politiquero. Sus altas finanzas y ganancias, las paga el pueblo a través de impuestos, tasas, contribuciones especiales y una serie de medidas que rayan en la extorsión.