La capital del Ecuador pasó anteayer la curva de contagios que se registran en Guayaquil. Cabe tomar atenta nota.Los 12 157 casos de contagios superan ya a aquellos de Guayaquil.
En Quito la pandemia deja ya 586 personas fallecidas. Una diferencia sustancial es que en el puerto principal la expansión se desarrolló en un tiempo corto y alcanzó altas cotas.
En Quito, la curva de crecimiento de todas maneras se extiende en el tiempo. Pero estamos en un punto crítico por congestión hospitalaria.
Las camas de los hospitales están atiborradas -tanto en los centros de salud pública como de la seguridad social y las clínicas privadas-. La falta de espacios para la fase compleja de las unidades de cuidados intensivos (UCI) alarma en grado sumo. Conseguir una es tarea complicada.
Lo que ocurre es que la media de pacientes que entra pasa al menos 21 días -en muchos casos es un tiempo mayor-, lo cual genera saturación.
Además, es triste reconocerlo pero es verdad, un porcentaje cercano a la mitad de quienes llegan a cuidados intensivos no sobrevive.
Por esas razones, la colaboración total de los habitantes de la capital es indispensable para salir de esta fase de la emergencia. Y no solo en Quito.
Hay que seguir con el cuidado personal extremo: lavado de manos con jabón y de modo minucioso; uso de gel y alcohol, sanitización, empleo de mascarillas recomendadas médicamente y aislamiento personal.
La gran mayoría quisiera trabajar y tener recursos para sus urgencias y alimentar a las familias. El drama del desempleo y la economía ahogada puede agravarse con más cierres de empresas, despidos y más pobreza.
Pero es inaudito que la gente siga asistiendo a reuniones sociales y peor aún, que se instalen muchas personas a beber en las calles y plazas. Aunque muchos quisieran relajarse, dejar el encierro y divertirse, la vida propia, la de las familias, la de los amigos corre peligro.
Por eso es importante la labor de control de la fuerza pública. La lucha contra el coronavirus es tarea de todos, debemos llevarla sin bajar la guardia ni un minuto.