El progreso se nutre del acierto y oportunidad de las decisiones y acciones, siendo la mejor la que genera acción inteligente vs. la inacción fruto del miedo.
Frente a la posibilidad de salir de casa, se conoce que la vacuna del coronavirus existiría en meses, siendo así ¿tiene sentido quedarse todo ese tiempo “resguardado”? ¿será lógico agonizar anímica y económicamente confinados junto con el país?
Si analizamos por qué hubo tanto contagio, pudiéramos colegir que al inicio fue por desconocimiento; pero luego, en parte fue, por la irresponsable falta de cuidados de los ciudadanos. Ahora en vez de continuar en “estado invernar”, el mal menor pudiera ser salir a trabajar progresiva y ordenadamente en aquellas actividades que no se pueden realizar por teletrabajo, en atención a los semáforos que se habiliten, los que deberían apoyarse en datos estadísticos, médico epidemiológicos, cuanto de comportamiento social. Salir es para sobrevivir, mediante una paulatina reincorporación que pudiera ser por zonas geográficas, actividades económicas, limitación aforos, etc., bajo el cumplimiento de estrictas medidas sanitarias, y severas sanciones para los infractores de dichos protocolos. Salir es también para honrar como ciudadanos de bien y como primera opción, con las obligaciones asumidas, ya que la ley está vigente y los contratos también – los mismos que son ley para las partes; otra cosa es que por la fuerza mayor no se pueda cumplir, caso en el cual cabe recién en vez de demandar, negociar (transar jurídicamente) en equidad preferiblemente y con justicia; razón por la cual, es inadmisible eludir o dilatar responsabilidades bajo el argumento del “reseteo” o que la “realidad superó la legalidad”.
Los fallecimientos dados, ayudarán a alertar a la población de los altos riesgos de no cuidarse. Buen referente de buenas prácticas, son las realizadas por los supermercados, farmacias, y aquellas otras heroicas empresas y emprendimientos grandes, medianos y pequeños, que nunca pararon y en las cuales el contagio habría sido mínimo; sin perjuicio del valioso accionar de médicos, enfermeras, fuerza pública, etc. Válidas referencias pudieran ser también, las decisiones que sean aplicables, tomadas por Corea del Sur, Israel, Singapur; así como en vez del aislamiento generalizado, considerar el focalizado (enfermos de covid-19, tele-estudio y teletrabajo principalmente).
El positivo afán del Ejecutivo de cuidar el empleo, debe incluir proteger o por lo menos no afectar más al generador del mismo, el sector privado, importante motor económico.
La vida sin duda tiene prelación, sin embargo debemos comprender que sí es posible, responsable e inteligentemente, proteger la vida con el distanciamiento físico (y no social) y sólidos hábitos antisépticos, y a la vez trabajar por el país; ya que ambos elementos no se contraponen, sino mas bien ahora más que nunca, se necesitan.