Yuri Murillo, estudiante de comercio de 25 años, sonrió al probarse el cinturón negro con un bordado blanco. Estaba justo a su medida. Talla M. Tuvo que sacarlo de un pantalón que estaba colgado en la percha del local Stradivarius, en el Quicentro, en Quito.
“Era el último” decía, mientras hacía la fila para pagarlo. Canceló USD 14,99, después de esperar 15 minutos en la columna.
Como ella, más de 50 personas visitaban el pasado jueves el local, que pertenece a Inditex, que ubicó cuatro marcas en el centro comercial el pasado 24 y 26 de mayo: Zara, Pull&Bear y Bershka. La gente se probaba ropa, miraba bisutería, carteras, zapatos. Hombres y mujeres buscaban ansiosos la ropa de su agrado. Y mucho más porque los almacenes están en descuentos de hasta el 70%. Se trata de la segunda rebaja en 73 días de funcionamiento.
Esto ha generado una reacción similar en otras tiendas de ropa del mismo centro comercial. Tiendas como Guess, MNG, Lanidor, Pinto, Taty, Dormel, Urbanix, Adolfo Domínguez, Benetton también ofrecen descuentos que van entre el 20 y 50%. Y eso, en un mes que no es parte de la temporada de descuentos habitual. De hecho, a Viviana Marín, comunicadora del Quicentro, le llamó la atención ver saldos en una temporada que no es para ofertas.
Entre los locales, la competencia es encarnizada. No solo en letreros de ofertas cada vez más grandes, sino en precios. Hasta antes de la entrada de la cadena, había pantalones que se podían conseguir desde USD 60. Hoy, las tiendas han bajado sus precios hasta encontrarse prendas desde USD 29. Lo mismo ocurre con las blusas que ahora se pueden encontrar hasta en USD 7.
Pero ni eso es suficiente. Los clientes se vuelcan mayoritariamente a las nuevas tiendas. Ese jueves, a las 18:50, MNG tenía seis clientes. Lanidor dos. Pinto 15 y Zara unas 60.
Entre el 24 de mayo y el 2 de agosto del 2011, en relación al mismo periodo de este año, el incremento de visitantes al centro comercial fue de un 18,05% más.
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Eve Cerón, especialista en Marketing, identificó tres puntos para explicar esta competencia. 1) El impacto de una firma internacional, moda y promociones. Una nueva marca que es conocida a escala internacional genera expectativa. 2) Las promociones crean un nivel de lealtad y de posicionamiento en la mente del consumidor. 3) La dotación de nueva mercadería, de forma constante, permite una compra inmediata.
“El resultado es que los locales, que también comercializan ropa, se sienten amenazados y buscan quedarse con sus clientes a través de mayores promociones”.
Pero no todo es positivo; la Asociación de Industriales Textileros del Ecuador (AITE) explicó que las nuevas tiendas están cambiando el desarrollo del mercado local por los precios cómodos y las ofertas que promueve. Esto obliga a las cadenas nacionales a bajar los precios y para ello solicitan que los empresarios reduzcan los costos de las materias primas.
Javier Díaz, titular del gremio, señaló que a tan solo una semana y media de abierto el nuevo local, ciertas cadenas ecuatorianas pidieron a la AITE que se bajen los precios de los insumos en un 25%. “Esto debilita toda la cadena”.
Pero Díaz reconoció que no solo este fenómeno ha confluido para un decrecimiento en la producción de prendas nacionales. Pues además se encuentra el contrabando. (Ver nota compartida).
Pero eso no limitó a Morillo. Ella solo buscó precios convenientes y nuevas ofertas (en colores, estilos, etc.). Antes, para la compra de un cinturón destinaba mínimo USD 25. Ahora pagó USD 10 menos y, sabe que si espera las promociones, podrá ahorrarse más dinero.
Punto de vista
Martha Vargas. Ingeniera Comercial
‘Estar a la moda es una inversión y eso cuesta’
Ecuador es un país al que no le ha importado mucho la moda. Con más tiendas se abre la oportunidad de estar a la vanguardia sin necesidad de salir del país. Ya es posible diferenciar que los colores fuertes son para el verano y eso obliga a tener nuevos hábitos, aunque al final del día termine siendo una inversión. Aunque en tema de clima no estamos seguros porque en un día podemos tener las cuatro estaciones.
Paulina Bedoya. Diseñadora
‘Con los precios bajos se quebró el mercado’
Los almacenes ponen sus propios precios porque no hay competencia. Cuando se habló de la entrada de nuevas tiendas, el año pasado, los otros almacenes bajaron los precios. La cadena entró con blusas a USD 25 o 30 y obviamente quebró el mercado. Además, trajo nuevas tendencias. A pesar de que en el país no tengamos las temporadas marcadas, es interesante que empecemos a usar colores propios de las estaciones. Así, la gente empieza a apreciar el diseño y a diferenciar los nuevos modelos.
María Eugenia Donoso. Modelo
‘Los precios son un punto positivo al competir’
La nueva cadena de ropa es una marca que viene con mucha fuerza. Tiene diseños admirables y amigables. En el país marcó un hito en los precios. Al analizar los precios que mantiene en el mercado, y compararlos con otros locales que manejan el mismo ‘target’, sin duda que hay una gran diferencia. Esa es una estrategia de mercado destacable. Las cadenas marcan un hito frente a su elección de las colecciones de acuerdo con la temporada a pesar de que en el país tenemos solo dos estaciones.
Más información: USD 167 millones en contrabando