A las 11:00 del viernes, faltando cuatro días para Navidad, la confitería La Universal, ubicada en la esquina de las calles Bolívar y Benalcázar, en el centro de Quito, lucía repleta. Las personas entraban y salían buscando dulces para las fundas navideñas.
Una de ellas era Carmen Cañar, quien este año armará 50 paquetes de dulces para su familia. Decidió comprar galletas, caramelos, chupetes, gelatinas y chocolates. Un día antes ya había adquirido otras golosinas tanto nacionales, como importadas.
“Hasta ayer gasté USD 65. Hoy es posible que pague un monto similar”, indicó la mujer, mientras hacía cola para cancelar la cuenta.
Ella, junto a otra decena de compradores, esquivaba a los vendedores del lugar, quienes entraban y salían del sitio con los paquetes y pedidos de los clientes.
El calor del mediodía quiteño se acrecentaba en el sitio, inundado con decenas de compradores.
Julia Arcos, propietaria de la confitería, se esmeraba por atender a los clientes que pedían, en su mayoría, productos por libras para hacer sus propias fundas.
“La gente prefiere así porque elige el dulce y considera que le sale más barato. Aquí se venden unas 1000 libras diarias y 1000 fundas de caramelos. Tenemos fundas desde USD 0,25 hasta 20 (las que más se venden en el sitio son de USD 0,75 y 1). Estas últimas tienen confites nacionales e importados”, manifestó.
Los volúmenes de venta son similares a las del año pasado. Lo que sí varió fue la cantidad de productos que pidió para esta temporada, para no quedarse con sobrantes del producto como sucedió el año pasado. En el 2011 solicitó a sus distribuidores 1 000 cajas de confites y ahora solo 600.
Desde inicios de este mes, el movimiento del negocio aumentó, obligando a incorporar más empleados. De cinco pasaron a ocho, incluidas las impulsadoras de las fábricas e importadoras de confites. Lo mismo sucedió en la Bodega Olga Díaz, en San Francisco. Por la temporada, el número de trabajadores pasó de cuatro a ocho.
El viernes la demanda de confites subió a tal punto que los empleados tuvieron que cerrar la puerta corrediza de hierro para evitar aglomeraciones. Solo ingresaban en grupos de cuatro.
Pese a este panorama, la percepción de la dueña del negocio, quien sin dar su nombre, indicó que las ventas son menores respecto al 2011, “porque la gente no tiene dinero”. Dijo no tener el dato exacto de cuantas fundas se comercializan por día, pero hay oferta de paquetes de dulces desde USD 1 hasta 3,50.
Allí también se comercializan dulces al granel y eso es lo que buscaba Ligia Toapanta. Ella se encontraba en la fila que salía del local, esperando comprar producto para llenar 70 fundas para el cuarto curso B de Mecánica Industrial del Colegio Central Técnico. Tenía un presupuesto de USD 110, monto similar al que llevó Luz Marlene Iza, otra compradora. Ellas aseguraban que el producto al granel sale más económico.
De hecho había quejas de lo caras que están las fundas en Quito. Judith López señaló que ha encontrado algunos paquetes de USD 2,50, solo con galletas y pocos confites.
Como ella, otros clientes han recorrido en los últimos días bodegas y supermercados para hacer compras al granel, entre estos, Supermaxi.
Ejecutivos de la corporación La Favorita, propietaria de este supermercado, señalaron que el 60% de las compras de confites durante la temporada son al granel. Ana Macías, quien prepara fundas para su familia señaló: “Me gusta comprar en ese sitio porque encuentro dulces importados. Los caramelos particularmente colombianos son baratos”.
Un estudio de la consultora ProChile sobre el mercado de confites de Ecuador señala que en esta temporada los dulces provenientes de la Comunidad Andina (CAN) bajan de precio y se demandan más en el país. El estudio también indica que esta es la mayor temporada de ventas.
Con ello coincide David Simbaña de la Bodega Monchis, donde había gran movimiento el mediodía del viernes. Aunque no da un dato exacto, cuenta que provee de fundas de caramelos a entidades educativas e instituciones y asegura que las ventas han subido con relación al 2011.
Punto de vista
Hugo Villacrés
‘Los compradores gustan de dulces tradicionales’
La comercialización de cuatro productos alimenticios es la que más se dinamiza en esta época del año: carne de pollo, carne de pavo, licores y dulces. En cuanto a esta última categoría lo que más se demanda es producto nacional. Considero que supera el 50% de la demanda. Eso tiene una explicación. La frescura y la particularidad de ciertos dulces navideños, que solo se encuentran en el país. De ahí que el peso del factor de las tradiciones es bastante fuerte para los ciudadanos. Aunque también llega producto importado desde inicios del cuarto trimestre. La temporada es importante para el sector no solo porque se comercializa más sino porque se genera más fuentes de trabajo en los negocios. Junto con los sectores de electrodomésticos, ropa y juguetes es uno de los que más se dinamiza en esta época de festividades.
Click aquí para ver la infografía
[[OBJECT]]