El banco estadounidense JPMorgan Chase anunció ayer pérdidas de 2 000 millones de dólares en las últimas seis semanas debido “errores” y “falta de rigor” en operaciones financieras.
En una inesperada conferencia de prensa, el presidente del banco Jamie Dimon afirmó que a esas pérdidas se podrían sumar otros 1 000 millones de dólares antes de finales de junio, debido a la “volatilidad del mercado”. Por ello, “el riesgo va a perdurar varios trimestres”, advirtió.
El grupo investiga el origen de las pérdidas, pero Dimon ya adelantó que se cometieron “muchos errores” y que hubo “falta de rigor y decisiones equivocadas” en esas operaciones.
La acción del grupo caía 6,73% a 38 dólares en los intercambios financieros, tras el cierre de la bolsa de Nueva York.
Esas pérdidas suponen una verdadera humillación para Dimon -uno de los ‘reyes’ de Wall Street -y para el propio JPMorgan, que había logrado sortear la debacle financiera de 2008 mucho mejor que sus rivales.
Esta pérdida se produjo porque JPMorgan quiso cubrir su exposición a los créditos, lo que representa el “mayor” riesgo para el grupo. Para ello, adquirió masivamente seguros contra impago de deuda (los “credit default swap” – CDS), que permiten protegerse contra el eventual impago de una institución.
En esas operaciones, hubo “una mala estrategia, mal ejecutada”, reconoció Dimon.
Estas operaciones serían similares a las realizadas con los complejos productos derivados que causaron la crisis financiera de 2008. Ello provocó la implementación de la llamada “regla Volcker” (de Paul Volcker, asesor económico del presidente Barack Obama), que limita las inversiones de riesgo de la banca en el marco de una reforma financiera en Estados Unidos en 2010.
Pero Dimon siempre se opuso a la reforma financiera y a cualquier endurecimiento de la regulación bancaria.
“Es una desgracia, habrá muchos comentaristas” que van a criticar por ello a JPMorgan, “pero tendremos que asumirlo”, dijo Dimon, al ser interrogado al respecto.
El senador estadounidense Carl Levin, coautor de la reglamentación Volcker, condenó de inmediato las “enormes pérdidas de JP Morgan” que son, para él, “la más reciente prueba de que lo que los bancos llaman ‘una cobertura de riesgo’ son a menudo arriesgadas apuestas que los bancos (…) no deben asumir”.