El LOCA estará dirigido por John D. Davis, doctor en Ingeniería Electrónica por la Universidad de Stanford. Foto: Pixabay
Barcelona acogerá la sede del Laboratorio europeo de arquitectura de computación abierta (LOCA, por sus siglas en inglés) para desarrollar chips para nuevas generaciones de superordenadores, según anunció este lunes 11 de noviembre del 2019 el Barcelona Supercomputing Center–Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS).
En el LOCA trabajarán ingenieros informáticos y científicos de primer nivel, procedentes de empresas y universidades, que desarrollarán y fabricarán sistemas de código abierto, incluido hardware abierto, para aplicaciones de la computación de altas prestaciones.
El LOCA estará dirigido por John D. Davis, doctor en Ingeniería Electrónica por la Universidad de Stanford y anteriormente investigador especializado en arquitectura de computadores y sistemas en Microsoft Research en Silicon Valley.
El director del Barcelona Supercomputing Center, Mateo Valero, explicará más detalles de este proyecto en una conferencia que pronunciará en Denver, Estados Unidos el próximo 20 de noviembre del 2019, durante la conferencia SC19, la cita anual más importante del mundo de la supercomputación.
Sin embargo, Valero expresó que “LOCA será un laboratorio colaborativo que acogerá empresas, fundaciones e instituciones académicas que comparten que es necesario crear arquitecturas abiertas para garantizar transparencia, competitividad y soberanía tecnológica”.
“La anunciamos con mucha convicción, porque es un paso más en nuestra filosofía de abrir camino en la creación de arquitecturas de supercomputación europeas”, ha añadido Valero.
El LOCA impulsado por el BSC nace en un contexto de transformación por el incremento exponencial de análisis de datos (inteligencia artificial, aprendizaje profundo y aprendizaje automático), que requiere chips más potentes, nuevas tecnologías de memoria, almacenamiento de gran capacidad rápido y barato, un ancho de banda masivo y aceleradores para poder tener más potencia y rendimiento de las aplicaciones.
Las arquitecturas de computación abiertas, como las que se desarrollarán en LOCA, permiten codiseñar el hardware y el software para aplicaciones de diferentes ámbitos, por ejemplo, las aplicaciones de grandes dimensiones para investigación científica.
Crear modelos para entender y predecir el cambio climático, diseñar nuevos fármacos, entender el origen y evolución del universo o nuevos desarrollos en el campo de la ingeniería son algunos de los campos que requieren un uso cada vez más intensivo de la supercomputación y en los que se analizan cantidades cada vez más masivas de datos.
“Visualizamos un futuro abierto, que incorpore software y hardware de código abierto“, ha dicho el futuro director del LOCA, que lo ha definido como “un mecanismo para extender el éxito de sistemas operativos de código abierto, como Linux, en el terreno del hardware”.
“Ya no podemos confiar en que, como hasta ahora, los rendimientos de los procesadores sigan aumentando de manera exponencial. Para mejorar la eficiencia energética y el rendimiento de los sistemas futuros, tenemos que realizar el codiseño de hardware y software con hardware y software de código abierto”, ha añadido Davis.
Instituciones relevantes en el campo de la arquitectura de código abierto, entre ellas la multinacional IBM o la Fundación OpenPOWER, han expresado su satisfacción por la iniciativa y su intención de participar en ella.