Feria ganadera en Santo Domingo de los Tsáchilas. El Litoral aporta con el 70% de carne al mercado. Foto: Juan Carlos pérez para EL COMERCIO
La apertura del mercado de Ecuador para la compra de bovinos desde Brasil permitirá diversificar la población ganadera dentro del país con reses de alta genética.
La decisión, que la Cancillería ecuatoriana y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) anunciaron el pasado 12 de septiembre del 2019, busca que el sector dé un giro e ingrese al mercado internacional.
Actualmente, Ecuador cuenta con 4,3 millones de cabezas de ganado productor de leche, carne y de doble propósito.
Estos últimos representan el 73% del total de la población, según datos oficiales. El ganado ecuatoriano se destina actualmente al consumo local.
La producción de carne bovina es de 200 000 toneladas y se calcula que cada ecuatoriano consume 11,5 kilogramos al año. El promedio de la región es de 20 kg, según la FAO.
Para el gremio ganadero, el país aún no está en condiciones de llevar la producción al exterior, debido a que si bien la repoblación bovina se inició el 2015, luego se abandonó el proyecto y recién se retoma ahora.
Según la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos, los resultados de este tipo de procesos tarda varios años, pues depende del tiempo de crianza, de que el animal alcance el estado reproductivo y de la capacidad económica del productor para reproducir otras variedades.
“La reproducción de reses para exportar en el corto plazo no es posible”, comentó el presidente de esta Asociación, Francesco Tabacchi.
Entre 2015 y 2017, Paraguay, Chile y EE.UU. vendieron a Ecuador reses de alta genética de las variedades brangus, braford, angus, charolais, nelore, herford, holstein y jersey. En total, 2 090 bovinos llegaron al país a través de una comercialización a cargo del MAG.
El lote que llegará desde Brasil será bajo ese mismo esquema. En estos días, el MAG definirá el volumen que importará.
La aceptación del Certificado Zoosanitario Internacional de Brasil se da en el marco de un acuerdo de cooperación y facilitación de inversiones entre ambos países. La negociación duró cuatro años.
Ecuador estableció requerimientos sanitarios, entre ellos que el ganado esté libre de peste bovina, perineumonía, tuberculosis y riesgo insignificante a encefalopatía espongiforme. El Gobierno de Brasil, además, defendió que es un país libre de fiebre aftosa.
El MAG informó que a la par de esta compra se está incentivando a los ganaderos para que accedan al programa de inseminación artificial, que es otra alternativa para diversificar el hato con razas de calidad.
La entidad dispone de ese material genético que es importado de Paraguay y EE.UU.
Los ganaderos dicen que debieron esperar dos años para iniciar los procesos de inseminación artificial. Eso se debe a que recién se apostó por esta práctica con la implementación de centrales genéticas.
La Asociación de Ganaderos de Santo Domingo de los Tsáchilas construyó una en el 2017.
A través de transferencia de embriones se obtuvieron las primeras especies de raza que están en reproducción. 60 terneros nacidos bajo esa técnica están en la hacienda de la Asociación, y otras 300 reses recibieron los embriones para la reproducción.
Pese a esos esfuerzos, según el titular de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos, la población bovina no se ha incrementado en estos años.SDLqLas más de 4 millones de cabezas de ganado que tenemos son la misma cantidad de hace 20 años”.
El hato bovino no llega ni a una res por habitante, cuando en Colombia hay cuatro por cada persona, dicePatricia Cabrera, de la Corporación de Ganaderos de Esmeraldas.
La población de reses solo aumentó en 1% entre 2015 y 2016 y frente al 2017 bajó en 1%.
Carlos Encalada, ganadero del cantón Balao, en Guayas, cuenta que esta situación se debe a que los productores dejaron la actividad para incursionar en cultivos agrícolas y camarón. Esto último ha sido una constante desde el 2012 en Chone, Manabí; que por años tuvo al ganado como su producto más sobresaliente.
El presidente de la Asociación de Ganaderos de la zona, Edgardo Moreira, asegura que enfermedades, pérdida de pasto, muerte de ganado y falta de revisión de los precios de la libra de carne desaceleraron la actividad. Según datos de este gremio, el número de reses en la provincia cayó de 1 millón el 2012 a 882 003 en el 2018.
El gremio considera que los nuevos planes deben ir a la par de una revisión de los precios.
El ganadero Horacio Moreira sostiene que de 2012 a 2015 el valor de la libra de carne iba en aumento en los camales. Pasó de USD 1,11 a 1,63, pero luego cayó hasta 1,47 en el 2018. La libra está en 1,52 en este año.
Desde el lado ganadero se promueve la actividad a través de ferias, como la Holstein 2019, que se inició el viernes y terminó ayer, 22 de septiembre.
En contexto
Ecuador y Brasil empezaron los diálogos para lograr la liberalización del comercio de bovinos hace cuatro años. El 12 de septiembre pasado se anunció que se logró un acuerdo para adquirir ganado desde el mercado brasileño.