Según el Diccionario de la Real Academia, significa: “Por cosa de poca importancia, sin fundamento o razón”.
El país necesita urgentemente trabajar, trabajar y trabajar, y no tener tantas vacaciones por poco o nada. ¿Cómo es posible que, la semana anterior, de siete días solamente se laboraron tres?
El sector turístico, especialmente hotelero, no tuvo los clientes que hubiera esperado, dentro de una semana tan irregular. Actitudes de esta naturaleza por parte de los gobiernos de turno, desnaturalizan la secuencia que debe existir dentro del sistema de trabajo, motivando para que cierta gente, se mal acostumbre a estos innumerados días de vagancia, cuando el país lo que necesita es producir, producir y producir.
Es muy común oír en estos tiempos que en todas las profesiones y en muchas actividades industriales y comerciales, no existen los ingresos necesarios, para poder subsistir económica y decentemente.
Es hora de que el Gobierno regularice tanto feriado, de acuerdo con el diccionario, y no sea alcahuete de aquella gente que no gusta de trabajar y producir, pero, eso sí, reclaman los pagos al día.