Los turistas también realizan visitas a los centros poblados, como la parroquia Palmas del cantón Sevilla de Oro. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
La zona nororiental de Azuay experimenta un desarrollo económico y turístico. En los últimos dos años hay nuevas inversiones en quintas, restaurantes, casas para hospedaje y huertos productivos.
El embalse del Complejo Hidroeléctrico Paute (Mazar, Molino y Sopladora), queestá ubicado en la zona, es aprovechado por los emprendedores de los cantones Paute, Guachapala y Sevilla de Oro, para impulsar las actividades turísticas.
Uno de los últimos proyectos pertenece a la Asociación de Turismo de Mazar, que agrupa a 12 familias de la parroquia Palmas, en Sevilla de Oro. Desde hace un año ofrece paseos en canoas a lo largo del embalse de 32 kilómetros.
El recorrido dura entre 30 y 90 minutos. Los guías comunitarios explican -con fotografías antiguas- cómo era esta zona antes de que se formara la represa. El paseo atraviesa por miradores naturales y puentes.
A finales de septiembre estuvieron los cuatro integrantes de la familia quiteña López García. Con los guías Diego y Luis Chimbo recorrieron el embalse hasta las inmediaciones del cerro Loro Pico, en el cantón Paute.
El paisaje es hermoso, dijo Rocío García, mientras miraba el cerro, que tiene una elevación pronunciada en forma de pico de loro, de allí su nombre. Esta familia aprovechó su visita de tres días a Cuenca para conocer la zona.
Según el presidente de la asociación, Juan Chimbo, con este proyecto se benefician del complejo hidroeléctrico. “También contamos a los visitantes de los beneficios que trajeron las hidroeléctricas para el país y el ambiente”.
Esta asociación recibe un promedio de 60 turistas al mes, los fines de semana y feriados. De lunes a viernes, los socios se dedican a cultivar sus huertas de maíz, frutas, fréjol, papas y hortalizas.
Mientras recorría el embalse, la familia López García observó las quintas vacacionales del sector. Una de estas pertenece a Iván Moscoso, quien el año anterior abrió un restaurante y ofrece paseos a caballo los fines de semana.
El empresario turístico, Marcelo Ferrari, quien hace dos meses visitó los cantones nororientales de Azuay, destaca este crecimiento del sector. Para él, lo importante es que los habitantes se dieron cuenta del potencial natural que tienen y lo están aprovechando.
Él considera que, al igual que en otros países, las hidroeléctricas no solo deben aprovecharse para generar energía, sino también para crear empleos vinculados con emprendimientos en turismo.
Hace cuatro años, los alcaldes de Paute, Guachapala y Sevilla de Oro propusieron al Gobierno Nacional crear la denominada Ruta de las Hidroeléctricas, con la implementación de un corredor a lo largo del embalse, que se lo pueda recorrer en embarcaciones, bicicletas o caminando.
No se concretó, pero los emprendimientos privados lograron el desarrollo. Por ejemplo, en la zona de Guarainag (cantón Paute) se inauguraron decenas de restaurantes. En Guachapala hay tres balnearios y varios huertos productivos.
Ana María Villavicencio optó por el turismo comunitario. Ella acopló su finca Don Antonio, en la comunidad de San Vicente (Sevilla de Oro), para brindar servicios de hospedaje, restaurante, cabalgatas y un huerto ecológico.
Allí, los visitantes aprenden sobre la técnica del cultivo orgánico y pueden comprar hortalizas. Hace tres semanas, la cuencana Daly Montalvo cosechó una canasta de hortalizas por USD 10. De allí con sus otros tres amigos se sirvieron sancocho, seco de gallina criolla y tomate en almíbar.
En comida típica, esta quinta ofrece puchero, caldo de gallina criolla, mote pata, chagrillo (sopa de mote y fréjol con tocino), mistelas, mermeladas.
Los 30 emprendedores que tienen quintas y hoteles en Sevilla de Oro crearon una asociación para regular la oferta.
El Ministerio de Turismo no tiene cifras del número de visitantes, pero confirmó el crecimiento. “Es un nuevo destino”, dijo María Rosa Aguirre, especialista en Promoción del Ministerio de Turismo en Azuay.
La Corporación Eléctrica del Ecuador también impulsa las visitas a Mazar, Molino y Sopladora para difundir su trabajo.El acceso es gratuito para entidades, familias o grupos, previa confirmación. El interesado debe llenar una solicitud.