Imagen referencial. La lucha constante de Sophie Jackson contra el déficit de atención, efecto de la patología que enfrenta todos los días, la levanta cada día para enorgullecer a sus padres. Foto: Pixabay.
A Sophie Jackson le diagnosticaron Trastorno del Espectro Autista (TEA) a los tres años. Su lucha constante contra el déficit de atención, efecto de la patología que enfrenta todos los días, la levanta todas las mañanas para enorgullecer a sus padres. Sin embargo, la pequeña australiana, de nueve años, soltó en llanto cuando obtuvo insuficientes en su registro de notas, por segundo año consecutivo.
“Decepcioné a todos”, le dijo a Shane Jackson, su padre. La respuesta de Jackson conmovió a los usuarios de redes sociales, a escala mundial. Elaboró un nuevo registro en el que destacó seis materias: Diversión, Amor a los perros, Pelear con los perros, Dibujar y construir robots, Imaginación, y la Mejor hija del mundo. En la lista, Sophie se ganó mención de honor en cada tema. Y es que el objetivo de su padre es que su hija visibilice el poder sus facetas humanas, que logran superar todo estándar académico.
“Mi hija, que padece TEA, sacó insuficientes en sus notas. Se puso a llorar y me dijo que lamentaba haber decepcionado a todos. Este es el boletín que le hice”, escribió en la publicación, que se registró el 27 de junio en la cuenta personal de Twitter.
Sophie, que asiste a un colegio convencional, acude a tres tutorías semanales después de clase después de no aprobar su período escolar pasado.
“Trabaja muy duro y hemos visto avances enormes fuera del colegio. Por eso teníamos muchas esperanzas en que hubiera mejorado. Sabemos que se sintió decepcionada pero, desde nuestra perspectiva, sabemos el empeño que le ha puesto y estamos conformes con lo que ha conseguido, diga lo que diga ese registro. En ese momento, pensé que debía darle un boletín con todas las cosas que la hacen única, que hacen que Sophie sea Sophie”, dijo Jackson en diálogo con el periódico The Huffington Post.
Dos días después de la publicación, su hija le respondió con un nuevo registro, en el que calificó las cualidades de su padre: molestoso, amoroso, divertido, me creó una cuenta de Twitter y el mejor papá del mundo. También las aprobó.