Las reformas económicas y sociales en un país de gobierno socialista y economía estatalizada y centralizada distinguieron el gobierno de Raúl Castro, de 86 años, que deja la presidencia de Cuba, tras dos mandatos de cinco años y casi otros dos años de ejercer el cargo en funciones.
El hermano menor de la familia Castro ha sido criticado por muchos y alabado por otros. Y mucho más al cierre de su presidencia, un cargo que pasa a manos del primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel de 57 años.
El traspaso en el gobierno supone un recambio generacional en el país de gobierno socialista desde 1961 y sistema de partido único, el Partido Comunista de Cuba, además de significar que por primera vez desde el triunfo de la Revolución en 1959, no habrá un Castro en la cabeza del poder.
Su gobierno marcó cambios dentro del modelo socialista cubano, donde destacaron momentos trascendentales para la historia local y hasta mundial, como el histórico acercamiento el 17 de diciembre de 2014 con el vecino y enemigo durante más de medio siglo, Estados Unidos.
Todo se debe al programa por el que quizás será más recordado el otrora guerrillero y que mantuvo su carrera militar luego del triunfo de la Revolución cubana de 1959 hasta que sucedió a su hermano, Fidel Castro (1926-2016), que dejó d la presidencia en 2006.
“La actualización del modelo económico y social del socialismo cubano”, sus reformas han sido calificadas de “cosméticas”, “lentas”, “necesarias” y “profundas”, y justo en ellas Raúl Castro probó su capacidad de propiciar un gobierno con decisiones más colectivas.
En las páginas de la memoria regional, quedará la imagen de Raúl Castro en la VII Cumbre de las Américas, celebrada en abril de 2015 en Ciudad de Panamá, luego de décadas de exclusión; junto al entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017), durante la visita junto a su familia a la capital cubana en marzo de 2016.