La producción del tubérculo es la principal actividad económica.
Le sigue la ganadería de leche.
Si alguien pensaba que el reinado de la papa en Carchi había terminado, se equivoca. El cultivo estrella de la actividad
agrícola se impulsa desde los sectores público y privado para mejorar su calidad y rendimiento; y así convertirse
en el puntal de la economía provincial.
Este tubérculo cubre aproximadamente unas 7 800 hectáreas de suelos carchenses. “Nosotros podemos cultivar papas para todo
el Ecuador”, comenta orgullosamente Vicente Cuasapaz, al escarbar las semillas de papa de la tierra intensamente
oscura, en la comunidad San Juan, del cantón Montúfar.
Cosecha de papas en Julio Andrade. FOTO: Archivo / EL COMERCIO
Carchi es el mayor productor por hectárea en el país: 24,9 toneladas anuales. En las otras provincias andinas se cosecha
un promedio de 13,7 toneladas, señalan las cifras del VII Congreso Ecuatoriano de la Papa (2017).
Ese potencial productivo podría incrementarse significativamente. Desde el 2016 se trabaja en la producción de
semilla de papa para ofrecer a los agricultores. El Gobierno Nacional ha entregado en los dos últimos años
4 600 quintales de semilla registrada de alta calidad de la variedad superchola, comenta Carlos Romo, titular
de la Dirección Provincial Agropecuaria de la Prefectura.
Esta papa, creada por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, es resistente a plagas y ofrece
mayor productividad. Las variedades preferidas por los papicultores en la provincia son la superchola, única
y capiro, que tienen mayor demanda en el mercado, pero que también requiere la industria. A la multinacional
Pepsico le interesa la capiro, para elaborar hojuelas y chips.
POR RAMA
36,1%
Agricultura, ganadería y sivlicultura
14,4%
Comercio (por mayor y menor)
6,6%
Transporte y almacenamiento
5,5%
Administración pública y defensa
5,2%
Industria manufacturera
Guillermo Bolaños, vicepresidente de la Corporación de Papicultores del Carchi, dice que la nueva simiente ha desarrollado
otra actividad: la de los semilleristas, que se especializan en el cultivo y la selección del tubérculo destinado
a renovar las áreas de cultivo. Hoy, un centenar de campesinos de las asociaciones Manuel J. Bastidas, de
Montúfar; Centro Agrícola de Tulcán y la Corporación de Semilleristas del Carchi generan tubérculos de calidad,
con un rendimiento de hasta 45 toneladas por hectárea.
En esa producción influyen los suelos ricos en nutrientes, lluvias en casi todo el año y las técnicas desarrolladas por los
campesinos, explica Andrés Chulde, técnico de la Cadena Productiva de la Papa de la Prefectura. La Universidad
Politécnica Estatal de Carchi es parte de este impulso, ya que tiene su programa de investigación, financiado
(USD 40 000) por el Centro Internacional de la Papa.
Mientras llega el tiempo de cosecha, la venta de leche es una alternativa a corto plazo. Se calcula que el 60% de 18 507
agricultores de la provincia alternan con la ganadería. Carchi produce 400 000 litros diarios, que van a
empresas como Alpina, González, Milmalac, Carchi, entre otras, y queserías artesanales. Otros rubros productivos
son floricultoras, microempresas y agroindustrias en Montúfar, Espejo, Huaca, Mira y Bolívar; en Tulcán,
el comercio es la principal actividad. Con este impulso, las autoridades se enfocan en el sector minero y
los servicios.
Puntos de vista
La minería aurífera se tecnifica
Guillermo Herrera
Prefecto del Carchi
La minería es nueva en Carchi. Recientemente se encontró oro en el suroccidente de la provincia. Sabemos que esta actividad
tiene alto potencial de desarrollo. Pero, también riesgos ambientales y sociales. Es por eso que queremos
incluir el componente minero al Plan Estratégico del Carchi, con ayuda de técnicos de las Naciones Unidas
y gobiernos locales. La idea es generar un modelo de desarrollo que sirva de ejemplo al país. Con ello tendríamos
una alternativa productiva nueva a la agroindustria y la ganadería lechera, que son el motor de la provincia.
Cuatro ejes en la provisión de servicios
Julio César Robles
Alcalde de Tulcán
El reto es renovar el sistema de agua potable, que cumplió su vida útil. Trabajamos en cuatro ejes. En el primero esperamos
el informe del Banco de Desarrollo para suscribir un crédito por USD 1,6 millones, para el estudio del plan
maestro. En el segundo vamos a instalar una nueva línea de conducción, de 12 km, desde Tufiño hasta Tulcán,
que costaría USD 6 millones. Se elabora el estudio. También, vamos a licitar el cambio de redes de distribución
de agua. Como cuarto punto aspiramos perforar cuatro pozos que aporten al caudal de la ciudad de Tulcán.