‘La mitad de la fauna marina ha disminuido. 3 000 millones de personas relacionadas con la pesca se verán afectadas por una constante presión sobre los recursos marinos según el Fondo Mundial para la Naturaleza “El cambio climático, la destrucción del hábitat marino, la contaminación urbana y agrícola y la sobrepesca en el mundo son los principales factores que amenazan estos ecosistemas”(EL COMERCIO, septiembre 27 de 2015).
Transcurre el tiempo y el problema se torna más agudo. En estos días estamos hondamente preocupados por la presencia de unos 300 barcos chinos instalados al sur de las Islas Galápagos, pero por donde cruza la corriente de Humbolt con toda su abundancia de peces. La Armada Nacional verifica que tienen pesqueros; otros, que proveen combustible para mantener larga operación; y, lo más curioso, barcos fábricas que procesan la pesca llegando a la fase de enlatar; y barcos cargueros para trasladar lo obtenido.
Esto, en aguas cercanas a nuestras Islas. Pero en el Antártico, pescadores japoneses cazan ballenas, de aquellas que llegan hasta nuestras costas para alumbrar y volver con sus crías.
En la edición de este diario de 2 de abril de 2017 apareció esta información: “Japón mata 333 ballenas en su campaña anual en el Antártico.- El gobierno de Tokio se ampara en la investigación científica” En esta cacería, usan también barcos-fábrica: capturan la ballena, la suben al barco y, dentro, la faenan.
Los japoneses aseguran que cazan “para estudiar el sistema ecológico” mientras el Tribunal Internacional de Justicia considera que responde a intereses comerciales.
Toda una especie conocida como la vaquita marina, está en riesgo por las labores de pesca en aguas cercanas a México.
Causa alarma mirar los barcos pesqueros lanzando redes de más de 1 km. de largo y recogiéndolas con todo lo que cayó en ellas.
En nuestro Ecuador la pesca preferida es del tiburón, pues en el oriente lejano, se les ha ocurrido que la sopa con aleta de tiburón, es afrodisíaca. Nuestro país adquirió mayor espacio marítimo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), rectora de la seguridad, la navegación y el aprovechamiento de la pesca; y, en el futuro, de las riquezas minerales del fondo del océano, que son numerosas.
No olvidemos que el mayor impulsor de este éxito para nuestro país, es el Dr. Luis Valencia Rodríguez, dos veces Canciller del Ecuador y personaje de importancia en las Naciones Unidas, en particular sobre el Derecho del Mar.
Basta leer su valioso libro Ventajas de la Adhesión del Ecuador a la Convemar para, algún día, exaltar a tan ilustre compatriota. Por no intervenir en “política”, no ha merecido el homenaje de gratitud que le debemos todos los ecuatorianos.