Me ha llamado la atención el contenido del artículo “Lo Sagrado y Lo Secular” firmado por el señor Gonzalo Maldonado Albán. Dice el articulista que en nuestro tiempo nada es ya considerado sagrado y todo puede ser motivo de risa y burla. Y para fundamentar estas afirmaciones cita como autores infalibles, es decir sagrados, a Nietzsche, que se volvió loco, y a Heidegger, que se hizo nazi. Cae así el artículo en una contradicción de fondo. Afirma que nada es ya respetado ni respetable, pero él respeta las afirmaciones de dos filósofos decadentes, como si las sentencias de Nietzsche y Heidegger fueran irrefutables e indiscutibles. Yo creo que no se puede decir que nada es respetable y tampoco se puede tomar todo a risa y burla. Existen valores que no pueden ser cuestionados, que no pueden ser sino respetados, y estos son la Vida, la Libertad, la Verdad, los derechos fundamentales del hombre ( los derechos humanos), el Amor, la búsqueda de la felicidad y el valor de lo Inefable, que lo podemos llamar Tao, Dios, o Padre Celestial y que está en las vivencias de los místicos, que están mucho más allá de las palabras, que no se puede reducir a fórmulas o palabras ( sólo sugerirlo ) porque en ese Inefable está la fuente y el origen de la Vida y el único sentido válido de lo que hacemos. Si se quiere citar a autores respetables, valdría recordar que Einstein habló del “sentimiento religioso cósmico”y Henri Bergson, en gran filósofo francés, situó la vivencia mística como uno de los datos más altos de la consciencia.