Para Francisco Muñoz, director de la revista La Tendencia, el 30-S fue un llamado de atención
La consulta popular y el referendo son un hecho. ¿Qué lectura le merece este nuevo proyecto del presidente Rafael Correa?
Creo que el punto principal que debemos analizar respecto a la propuesta de consulta popular y referéndum es cuál es la intención política que tiene Rafael Correa para hacer esto. A mí me da temor de que sea la de evitar los necesarios pesos y contrapesos que requiere la democracia para funcionar adecuadamente. El propio Presidente se ha encargado de decir que él va a meter la mano en la justicia. Lo que hizo la Corte Constitucional fue darle una mano de gato; siguen las preguntas teniendo el mismo espíritu. Por eso es que dirigentes como Alberto Acosta ha dicho que esto le huele a partidocracia.
¿Qué queda entonces de esa idea de la revolución?
Nada. El pueblo le está diciendo ya no al Presidente, incluso, ex compañeros de la línea de izquierda como lo hizo Ruptura de los 25, Alberto Acosta y Gustavo Larrea. El pueblo le exigirá rectificaciones en la línea de devolverse al planteamiento original por el que ganó las elecciones, que era la promesa de cambio.
¿Está el Gobierno caminando al autoritarismo?Como decía alguien, creo que el pueblo creyó escoger un dirigente democrático, capaz del diálogo, del acuerdo nacional. Como decían, hemos elegido, dicen aquellos que fundaron Alianza País, a un caudillo autoritario. No es que no se hayan dado pasos importantes. Pero ya el 30 de septiembre es un llamado de atención, le dicen rectifique señor Presidente.
¿Quizá lo que necesita tras el 30S es volver a las urnas?
Eso es muy riesgoso. Pudiera ser que el Presidente crea que es el método más propicio. Cuando fue reelegido (2009) obtuvo una votación del 52%. Pero en la segunda vuelta de las primeras elecciones del 2006 obtuvo el 54%. En Montecristi puso 82 asambleístas, ahora solo 54 asambleístas. Puede ser posible que hoy se crea que con el método publicitario puede seguir en esa actitud.
Pero Correa aún es popular. ¿Cree que sea posible que pierda en las urnas?
Una cosa es la encuesta y otra cosa es la realidad. Una cosa es el ciudadano que dice o acepta a Correa y otro que es el ciudadano que secretamente pone su voto en las urnas.
¿Qué se viene si gana el sí?
Usted puede tener un sí fuerte, importante. También puede haber un escenario en el que tengamos como resultado un 45%, lo que significaría la necesidad de una rectificación. El 70%, puede ser el anuncio de lo mismo, o de más verticalidad, más autoritarismo. Un triunfo tan fuerte le puede acercar al Presidente a los sectores que no son de izquierda y que desdicen de los planteamientos de la revolución .
Y ¿si gana el no?
Tendremos un fuerte halón de orejas al Presidente. Y rectificará.
¿Cómo tendría que rectificar el Gobierno?
Debe avanzar a un acuerdo nacional, comenzando por el acuerdo original que los constituyó.