Este año se cumplen cien años de la Revolución Bolchevique, que constituye uno de los episodios importantes de la historia del siglo XX, que marcó el punto de partida del Comunismo, la extinción del zarismo y la asunción de Vladimir Lenin al poder en Rusia, la fundación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y posteriores sucesos que guardan relación y originaron diversos nacionales e internacionales.
Los historiadores coinciden que en 1905 ya se produjeron dos estallidos revolucionarios en San Petesburgo, pero fueron reprimidos por el Zar y que la desastrosa participación de las tropas rusas en la II Guerra Mundial, que habían sufrido ya 1’700.000 muertos y 5’950.000 heridos; la aguda crisis económica y la escasez de alimentos que soportaba la población frente a la opulencia de la dinastía zarista; etc., agudizaron la protesta popular, instigada por agitadores bolcheviques, que, según algunos testimonios, habrían sido impulsados por judíos.
Ante la presión popular y del Estado Mayor abdicó Nicolás II el 2 de marzo y entregó la corona a su hermano el duque Mijil, quien la rechazó y, entonces, la Duma, equivalente al Parlamento, proclamó la República Rusa y designó Presidente del Gobierno Provisional al príncipe Lvon, que gobernó hasta julio de ese año. Se sucedieron otros gobiernos de iguales características pero se reanudaron las revueltas y se suscitó una cruenta guerra civil y el 7 de noviembre asumió el poder Vladimir Lenin ,con la consigna “Paz, pan y tierra”; conformó el Consejo de Comisarios del Pueblo y emprendió una purga inmisericorde que incluyó a los miembros de la familia real.
A partir del 26 de noviembre el Estado asumió el control de bancos, ferrocarriles, telégrafos, viviendas, etc. y fueron clausurados todos los periódicos y radios, a excepción de Pravda, órgano oficial de los bolcheviques.
Luego se convocó a la elección de miembros de la Asamblea Constituyente y los bolcheviques, también conocidos como “rojos”, obtuvieron sólo el 24% de los sufragios, ante lo cual calificaron el resultado de “manipulación antirrevolucionaria” y lo anularon. Con el respaldo de las Fuerzas Armadas Lenin se afianzó en el poder, transformó el Partido Obrero Socialdemócrata (Bolchevique) en Partido Comunista de Rusia, que se extendió a otros países, y fundó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que se constituyó en potencia mundial y fue protagonista de incontables acontecimientos.
En enero de 1995 Joseph Stalin reemplazó a Lenin, una vez que, en acre disputa por esa dignidad, desplazó a Trotzky, que fue asesinado en México, donde se asiló.
En 1991 se desintegró la URSS, durante el Gobierno de Mijail Gorbachov, último presidente de ese imperio.
Esta es una síntesis de algunos de los hechos destacados de la Revolución Bolchevique, que vienen a la memoria porque sucedieron hace un siglo y persisten sus profundas huellas.