Hasta las 21:30 del miércoles 7 de junio del 2017, tras la tarde y noche de tensión que se vivió al interior de la Contraloría General del Estado (CGE); Pablo Celi continuaba en el edificio y atendió una entrevista vía telefónica con EL COMERCIO.
El funcionario explicó que no podía salir a dar declaraciones en los exteriores del predio, ubicado en el centro-norte de Quito, donde lo esperaban varios medios de comunicación. En ese momento estaba “organizando la institución”.
Aclaró que él “es el único contralor subrogante”. Esto luego de que en la tarde, Sabett Chamoun intentó reclamar esas funciones basándose en una acción de personal que había sido firmada por el contralor Carlos Pólit, el 25 de mayo, para destituir a Celi y nombrarla a ella como la nueva titular subrogante de la CGE.
Sobre la diligencia que la Fiscalía realizó en las oficinas, por cerca de cinco horas, expuso que los funcionarios judiciales acudieron a su llamado para constatar “la intromisión de personas que no tenían ninguna autoridad para hacerlo e intentaron y crearon una situación de caos y confusión apoderándose de las instalaciones del despacho del Contralor”.
Sin embargo -dijo- la entidad está funcionando normalmente y seguirá haciéndolo con todos sus funcionarios cumpliendo sus obligaciones. Además, aclaró que los cambios que él hizo en las direcciones de la entidad se hicieron de forma legítima nombrando a funcionarios de carrera de la Contraloría. Y que la firma de la directora de Talento Humano que Chamoun reclama no debe estar en esos documentos, ya que las dos funcionarias fueron destituidas el viernes pasado.
El resguardo policial en la Contraloría General continuará durante toda la noche. La Fiscalía dispuso que ninguna persona pueda sacar ninguna computadora ni documento del edificio.