La deuda con la República Popular China, uno de los mayores acreedores del país, crecería si se concreta un nuevo crédito.
El anuncio lo hizo el presidente Rafael Correa en una entrevista radial esta semana, durante uno de sus recorridos por distintas zonas del país.
Se trata, según apuntó el Mandatario, de un crédito blando a 20 años plazo y con 2% de interés. El dinero, advirtió Correa, se destinaría para la reconstrucción de Manabí, provincia azotada por el terremoto del 16 de abril pasado.
La oferta, conforme lo explicó el jefe de Estado ecuatoriano, fue formulada por el líder chino Xi Xingping, quien visitó Ecuador en noviembre pasado.
El Ecuador alcanza créditos de distinta condición, especialmente con China, que ha financiado obras fundamentales construidas con empréstitos de ese país y empresas provenientes de la nación asiática a altas tasas de interés. Además ha acudido a emisión de bonos que ofrecen altos rendimientos.
Sobre el posible crédito para el terremoto, la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) recordó que la Secretaría Nacional de Planificación estimó que el sector público aportará con USD 2 253 millones para la reconstrucción, para lo cual contaba con créditos de organismos internacionales y el aporte de personas y empresas a través de la Ley Solidaria. Ese monto ya estaría superado en unos USD 200 millones. ¿Si los valores estimados oficialmente están cubiertos, para qué se requiere este nuevo préstamo?