El festival Ecuador Jazz 2017 concluyó este 12 de febrero de 2017 en el Teatro Sucre. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.
La XIII edición del Festival Ecuador Jazz finalizó la noche del domingo 12 de febrero de 2017 con una celebración por los 100 años de nacimiento de la artista chilena Violeta Parra.
El concierto de clausura se inició a las 18:00 en el Teatro Sucre con la presentación de Babel Quintet. Esta es la nueva propuesta del saxofonista israelí Uri Gurvich, que en Ecuador contó con el acompañamiento de Ramiro Olaciregui, en la guitarra, y a la agrupación ecuatoriana Pies en la Tierra, en la sección rítmica. La banda está conformada por Raimon Roiva, piano; Cayo Iturralde, bajo; y Carlos Albán, batería.
El quinteto presentó canciones de los cinco integrantes, combinando los ritmos ecuatorianos con armonías tradicionales de Israel.
Olaciregui se despidió del público quiteño con un agradecimiento. “Es increíble que la gente del Teatro Sucre arme esto a pesar de que hay dificultades. Ellos siempre están poniendo fuerza para que esto funcione”, dijo el guitarrista y pidió un aplauso para la organización.
A las 19:30 entró a la escena Ángel Parra Trío. La agrupación chilena arrancó con un son cubano, que fue dedicado a Fidel Castro.
“Ella (Violeta Parra) creó estos ritmos chilenos llamados anticuecas, que fusionan los ritmos tradicionales del folklor chileno con las armonías más impresionantes”, explicó Ángel, el nieto de la folklorista chilena, antes de iniciar el homenaje por los 100 años del natalicio de la artista.
Ángel Parra, en el centro del escenario y acompañado sólo por su guitarra, tocó las melodiosas anticuecas, que su abuela nombró en base al orden de su composición: Anticueca 1, Anticueca 2…
Los asistentes al cierre del Festival se quedaron maravillados tras la interpretación de El Gavilán, una canción que Violeta esperaba ver convertida en un ballet, según dio a conocer su nieto.
Para este tema desgarrador, Parra invitó al escenario a la cantante Moca. Juntos dibujaron la línea por la que se guiaría el resto del concierto: enérgico, gracias a la potente voz de Moca, pero armonioso por la exitosa fusión de ritmos tradicionales sudamericanos con el jazz.
El show continuó con canciones dedicadas a los pueblos indígenas, el bolero Morir llorando y Volver a los 17.
Ángel Parra trío se despidió con Gracias a la vida, pero tras los aplausos de pie del público, los músicos regresaron para cantar una canción más. Esta vez, una melodía alegre, con la que invitaron a los asistentes a regresar con una sonrisa a casa.