Los proyectos de Ley que han causado mayor polémica, rechazo y protestas ciudadanas durante el último mandato del Presidente de la República han sido los de Herencias y de la Plusvalía.
Tal fue el nivel de disgusto y desaprobación popular de esta iniciativa que el mismo Presidente tuvo que recular. Si no hubiese sido por la visita del Papa Francisco, la cual tuvo un efecto atemperador, el nivel de confrontación y violencia podría haberse desbordado. Un escenario muy parecido a las protestas que precedieron a las caídas de los presidentes Bucaram, Mahuad y Gutiérrez.
Si Correa es consciente de esto, no alcanzo a comprender el motivo que ahora le lleva a insistir en este proyecto de ley, sobre todo cuando estamos ad portas de un nuevo proceso electoral. Esta ley sería determinante para el fracaso de Alianza País en los próximos comicios.
Entonces, ¿cuáles son los motivos reales que le llevan al Presidente a insistir en esta mal llamada “Ley Orgánica para evitar la especulación sobre el valor de las tierras y fijación de tributos”? Para mi criterio, no es ninguno de los argumentos que saca a relucir. O sea, que va a frenar la especulación de tierras, que va a beneficiar al sector de la construcción y que incluso los municipios saldrán ganando con los ingresos que esta norma genere. Es como cuando nos dijeron que la “Ley Solidaria y de Corresponsabilidad Ciudadana” sería (aumentando el IVA al 14%, aportando un día de sueldo, entregando el 3% de las utilidades de la empresas y el 0,9% de la contribución patrimonial) para financiar la reconstrucción del desastre provocado por el terremoto del 16 de abril y no, como ha sido en realidad, para inyectar recursos frescos al desfinanciado gobierno.
Siendo mal pensados, considero que detrás de todo esto hay dos motivaciones fundamentales: una de orden económico y otra de carácter político.
En cuanto a lo primero, todos sabemos que el Gobierno atraviesa por un grave problema de desfinanciamiento no solo por la baja de los precios del petróleo sino fundamentalmente por una irresponsable política de gasto. El déficit fiscal es más grave de lo que afirman el Presidente y sus ministros. Entonces, no me extrañaría que parte de lo que se recaude a través de esta Ley, de acuerdo a lo que dice el Art. 16, vaya al Servicio de Rentas Internas (SRI). Tampoco me extrañaría que al tener este ingreso los municipios, el Gobierno nacional reforme nuevamente la norma y corte el flujo de las transferencias provenientes del Presupuesto General del Estado.
En cuanto a lo segundo, creo que la Ley de Plusvalía busca desviar la atención de la opinión pública nacional de los graves y escandalosos casos de corrupción de este gobierno. Sin embargo, no sé qué es peor para Correa. Perder las elecciones por los casos de corrupción que salpican a su gobierno o por la ley de plusvalía. Veamos, entonces, qué pasa finalmente.