Reconstrucción de los hechos en el centro-norte de la capital. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En la esquina de las calles Vargas y Arenas, en el centro-norte de la capital, se reunieron los padres y amigos del estudiante del colegio Mejía que denunció una agresión y detención ilegal por parte de integrantes de la Policía Nacional. El hecho se registró durante las protestas del pasado 17 de septiembre del 2014.
Ellos, junto a la autoridad correspondiente, encabezada por la fiscal de Personas y Garantías Número Uno, Marlyn Calderón, tenían previsto hacer la reconstrucción de los hechos, como parte del proceso de investigación. Debía hacerse a las 19:00 de este 3 de septiembre del 2016.
A la diligencia llegaron los testigos de la agresión y el estudiante. También representantes de la Defensoría del Pueblo, la fiscal Calderón y los abogados de la parte demandante. Pero los ocho agentes que son investigados en este caso no se presentaron. La convocatoria a ellos fue voluntaria, explicó la Fiscalía.
Además, para la diligencia no se contó con la presencia de miembros de la Agencia Metropolitana de Tránsito para que cerraran el paso de las calles aledañas al colegio. Después de 40 minutos de espera y varias llamadas solicitando la presencia policial, la fiscal decidió cancelar el procedimiento.
Calderón aseguró que la Fiscalía tiene la potestad de realizar o no una nueva diligencia para la reconstrucción de los hechos en los próximos días. “Entre 15 o 20 días, aproximadamente, se podría emitir una resolución sobre el inicio o no de la Instrucción Fiscal en este caso. Ya cuenta con los elementos necesarios para tomar el dictamen pero se buscó agotar todas las instancias correspondientes y por eso se pidió que se realizara este encuentro y así conocer, en el lugar de los hechos, cómo se dio la supuesta golpiza”, dijo la fiscal.
Bolívar Ayol, padre del estudiante, solicitó a las autoridades que se ponga una nueva fecha para la diligencia, al considerarla indispensable en el proceso. “Nosotros nos encontramos en este sitio para que se haga justicia. Queremos que haya un precedente en este caso y que no se vuelva a repetir con otras personas, que no haya más violencia”, expresó el padre.
Según el relato del estudiante, la noche del 17 de septiembre del 2014 fue golpeado por varios uniformados mientras circulaba por el sector para tomar el bus de regreso a su casa. El joven recuerda que fue lanzado al piso y que, mientras recibía golpes, fue atropellado por una motocicleta de la Policía. Producto de esto estuvo internado dos días en un hospital de la capital.