Para Paúl Carrasco, prefecto del Azuay, con este matrimonio están respetando el principio de la no discriminación y la universalidad de los derechos de las personas. Foto: Lineida Castillo / EL COMERCIO
La noche de este martes 28 de junio del 2016 se celebró el primer matrimonio simbólico de una pareja de Glbti en la capital azuaya, en el sur del Ecuador. La ceremonia se cumplió al amparo de la ordenanza para la Garantía de los Derechos, Libertades y Reconocimiento de la Diversidad Sexual e Identidad de Género del Gobierno Provincial de Azuay.
Desde marzo pasado, cuando se aprobó en segundo debate esta ordenanza, las parejas de gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, travestis e Intersex podían inscribir sus uniones, de forma simbólica. En una de las disposiciones transitorias dice “que mientras que en Ecuador no se reconozca el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, el Gobierno Provincial creará el Registro Azuayo de Matrimonios Glbti para las parejas que así lo requieran y registren su unión”.
Siguiendo casi el mismo protocolo de un matrimonio tradicional entre un hombre y una mujer, en esta ocasión Cristal C. y Juan Carlos D. ingresaron a la sala de eventos de la Casa de la Provincia, acompañados de sus padrinos: la viceprefecta, María Cecilia Alvarado y Wilmer González del colectivo Silueta Cuenca.
Los cuatro ocuparon la silla frente a las autoridades. Cristal vestía de blanco y Juan Carlos de terno. La ceremonia se cumplió con la presencia del prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, y de Simón Valdivieso como secretario. También asistieron representantes de colectivos de la población Glbti, familiares, amigos y conocidos de la pareja.
El auditorio estuvo casi lleno. Para Carrasco, con este matrimonio están respetando el principio de la no discriminación y la universalidad de los derechos de las personas. “Los derechos no se demandan, sino se ejercen”, dijo el Prefecto al tiempo de felicitar a la pareja. Cristal es oriunda de la ciudad de Macas y Juan Carlos es quiteño.
Este matrimonio simbólico no tiene validez jurídica, únicamente para la convivencia de ellos. La ceremonia siguió con el reconocimiento de sus datos personales, las palabras de aceptación como pareja, el uno de otro, y la firma del acta 001 del Registro Azuayo. Finalmente, se colocaron los anillos en sus dedos.
Con esto y los abrazos de felicitaciones de los presentes se terminó la ceremonia. La viceprefecta dijo que con este matrimonio Cuenca rompió una barrera “y lo hicimos con la fuerza del amor”. Al final hubo un brindis.