Preocupa mucho, a pacientes y al sector médico, la manera en que mediante ataques cibernéticos ingresan “hackers” y de una manera dolosa sustraen de sistemas informáticos las historias clínicas de pacientes. El objeto es diverso pero siempre con malas intenciones.
Esto obliga a que todo el sistema médico permanentemente invierta en programas electrónicos costosos para respaldar la información que contienen sus computadoras; sin embargo, a nivel privado preferirnos por lo delicado de la información que contiene una historia clínica no almacenarlas electrónicamente. También existen quejas permanentes sobre daños psicológicos y otros, cuando violando leyes y reglamentos de sigilo y confidencialidad, incluso por pedido de autoridades judiciales, se entregan historias clínicas a terceras personas sin ni siquiera comunicar al paciente de este acto y en muchos casos contar con su aprobación o no, del mismo.
El expediente médico contiene información que generalmente solamente el médico o la casa de salud, con la confianza del paciente, lo saben y nada bueno se consigue entregando expedientes completos a personas que generalmente causan daño directo o indirecto a los pacientes. Las autoridades judiciales y de salud deben controlar y regular que las leyes que sí existen al respecto en el Ecuador, como un derecho que asiste al paciente sean respetadas.