El Auditorio Jorge Mantilla, ubicado en las instalaciones de EL COMERCIO, en el sur, fue el escenario de un especial homenaje a 27 personajes de la ciudad.
Los voceadores o canillitas con mayor trayectoria y con mejor desempeño recibieron placas conmemorativas y dos electrodomésticos cada uno, como reconocimiento por su labor.
A paso lento y con dificultad llegaron algunos voceadores que ya llevan más de cuatro décadas en este oficio.
Diocelina Mena, de 86 años, llegó acompañada de su hija Gloria. Todas las mañanas sale de su casa, ubicada en el sector de Atucucho, en el noroccidente de la ciudad, a las 05:00. Recoge los periódicos y se dirige a Carcelén. Allí está instalado su puesto de trabajo desde hace más de dos décadas. Sus inicios fueron en el sector del aeropuerto, en la calle Florida.
Mena tiene cuatro hijos, dos de ellos le ayudan a vender el diario hasta las 20:00, hora en la cual regresa a su casa.
“Yo me crié con EL COMERCIO en Ambato”, recuerda Nelson Zurita, de 64 años, y voceador desde los 6.
Él ya vive 30 años en Quito y su sector de trabajo es Solanda, en el sur de la ciudad.
Zurita es profesor primario, dice que con el oficio de voceador se educaron él y sus seis hijos.
EL COMERCIO dispone de un sistema electrónico que permite evaluar a los voceadores. Allí se registran sus ventas, el tiempo de trabajo, etc.
Los 27 homenajeados fueron escogidos de todos los sectores de la ciudad bajo dos criterios: la trayectoria y el servicio durante el último año.
Andrés Hidalgo, presidente ejecutivo del Grupo EL COMERCIO, entregó las placas con un discurso previo de agradecimiento. “Ustedes nos permiten llegar al público y servirles de la mejor manera”.
Recuerdos, historias y frases emotivas salieron a la luz, en un reconocimiento que se realizará cada año, con el propósito de destacar el trabajo de los canillitas. “Don Jorge Mantilla nos visitaba, siempre estaba pendiente de nosotros, nos trataban bien porque hemos sido el eje de este medio”, recordaron los homenajeados, al recibir las placas.
“ Con lluvia, sol, frío, enfermos, hemos tenido responsabilidad con el trabajo para atender a los clientes como hasta el día de hoy”, comentó Zurita, sin ocultar su felicidad por el reconocimiento. Sus colegas lo aplaudieron. Otros lo abrazaron.