Hoy, el doctor Milton Jijón respondió públicamente las aseveraciones en su contra, difundidas a semana seguida en una cadena de televisión auspiciada por el Gobierno.
Jijón es uno de los 110 médicos despedidos del sector público. Genetista y con una puntuación de 99 sobre 100, impulsó proyectos como la primera unidad de diálisis renal infantil o la unidad para tratamientos de síndromes genéticos en el Hospital de Niños Baca Ortiz, donde fue director.
En la cadena, el Gobierno afirma que él recibió cerca de USD 5 000 en viáticos, que solo atendió dos pacientes por día y en el 2011 “ni un solo paciente por día” y que enviaba a sus pacientes hasta una fundación, donde no se emitían facturas, para que fueran atendidos.
“Debería darles darles vergüenza cuando se dice una parte y no se dice la otra”, replicó Jijón durante una entrevista esta mañana en Ecuavisa.
“En la Fundación Humanística era uno de los pocos lugares donde se hacía análisis citogenéticos, que hasta el día de hoy no se los hace en el Hospital Baca Ortiz. Y eso es una de las cosas que ha molestado al Gobierno, cuando yo he criticado al Ministerio de Salud, pues (Ecuador) es uno de los pocos países de Latinoamérica que no tiene un centro de genética”.
La Fundación Humanística se extinguió hace varios años, dijo Jijón, y hoy dichos exámenes se practican en el Hospital Militar.
Reiteró que trabajó en la Misión Solidaria Manuela Espejo en comisión de servicios y que no recibió ningún sueldo sino USD 300 al mes para sus gastos personales. “No he sumado (esa cantidad) por 13 meses de trabajo de campo”, para lo cual el médico dejó de lado a su familia debido a los viajes constantes por todo el país”, dijo.
Explicó que sus funciones en el hospital Baca Ortiz era como jefe de Docencia e Investigación, por lo que dentro de sus funciones estaba “dictar charlas científicas, organizar sesiones científicas, supervisar las pasantías de médicos internos, externos y postgradistas, de más o menos 14 universidades”. A esto se suma estar a cardo de ” la jefatura de residentes, que está bajo mi departamento, implica una serie de trabajos administrativos y la atención de paciente, es una de las obligaciones”.
“Es evidente que he despertado celos, a mi manera de ver, en algún sector del Gobierno” por haber realizado obras, como por ejemplo, de diálisis renal en los niños, “un servicio que yo lo construí y que no hay otro parecido de esa envergadura al menos en Quito y en casi todo el país”, acotó Jijón.